La automotriz Renault Argentina suspendió a 1500 operarios y paralizó su planta de producción en Córdoba debido al desplome en las ventas. La medida seguirá durante el resto de esta semana, plazo en el cual la compañía de origen francés analiza un plan de contingencia para sobrellevar la crisis que atraviesa.
La decisión de la compañía se da en un contexto en el que toda la industria automotriz atraviesa una profunda crisis. Las suspensiones de trabajadores en las distintas plantas de producción y ensamble del parque automotor se convierten cada vez con más frecuencia en un denominador común.
La suspensión de la totalidad de los empleados en la principal fábrica de Renault se suma a la que la semana pasada recayó sobre 900 trabajadores de Honda y sobre 2000 de Peugeot. En lo que va de marzo la industria automotriz sumó 4400 suspensiones.
A esta cifra que da cuenta de la debacle del mercado debe sumársele también otra más dura: el despido de 600 empleados (operarios, personal de limpieza y seguridad) de la fábrica de carrocerías de colectivos que la empresa Metalpar tenía en la localidad bonaerense de San Martín.
Las suspensiones en Renault son parte de un “plan de contingencia” que fue acordado con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), que dio el visto bueno para evitar despidos, según informaron fuentes sindicales.
Según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), los autos patentados durante febrero de 2019 representan una baja del 33,7% en comparación con el mes anterior, en un contexto de crisis que golpea fuerte al sector automotriz y que afecta a más de 7.000 operarios en todo el país.