El proceso judicial, la condena y el intento de proscripción a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se explican en el marco de una trama de poder corporativo, de mafias enquistadas dentro del Estado. Éstos no son hechos aislados, están vinculados a una serie de prácticas antidemocráticas que ya no amenazan a la democracia desde afuera: lo hacen desde adentro. Sus protagonistas son sectores que estimulan una cultura política dominada por altas dosis de violencia, barbarie e impunidad. Se trata de grupos que intentan torpedear la gobernabilidad: una oposición ampliada integrada por sectores de la política, la justicia, los grandes medios, la economía concentrada y los servicios de inteligencia, que desde dentro de las instituciones trabajan para generar inestabilidad institucional y estigmatización de los dirigentes que expresan a los sectores populares.
Uno de los varios ejemplos de ello es el reciente cuestionamiento a Cecilia Moreau como presidenta de la Cámara de Diputados y el bloqueo de la sesión en la que la diputada debía ser ratificada en su cargo. En esa oportunidad, los opositores, además de ejercer una fuerte violencia institucional y verbal, no se sentaron en sus bancas y, de ese modo, impidieron la votación. Desde el retorno a la democracia no hubo un solo caso fallido de reelección de las autoridades de la Cámara en los años en los cuales se mantuvo la composición del cuerpo legislativo.
En este entorno, cobra una relevancia más que significativa el tema conocido como “Los huemules” o, como la definió Cristina Fernández de Kirchner: “La junta de Lago Escondido”.
A esta altura, los viajeros de ese 13 de octubre son conocidos. Fue una reunión que puso en evidencia la total impunidad con la que funciona esta trama de poderes corporativos. Los que estamos comprometidos con la democracia y sus instituciones, quedamos sumergidos en una mezcla de indignación y preocupación. Lo que sucedió es de una enorme gravedad institucional.
La supuesta independencia de jueces, fiscales, dirigentes políticos opositores y medios de comunicación quedó instantáneamente suplantada por la evidencia de una estrecha relación entre ellos, que les permitió, incluso, debatir cómo fraguar la fecha de facturas para justificar gastos, pactar la eliminación de fotos comprometedoras y ocultar datos como los medios de locomoción utilizados para llegar hasta Lago Escondido, entre otras maniobras.
En estos mensajes de Telegram utilizaban sus conocimientos de la ley para intentar quedar fuera de su alcance. Por eso, lo que delatan esos intercambios es la planificación, en grupo, del ocultamiento de pruebas o la fabricación de otras pruebas para no quedar involucrados.
Y no es menor que, precisamente, varios de los integrantes del grupo tengan o hayan tenido en sus manos temas muy sensibles, que en la mayoría de los casos aliviaron a sus amigos y desataron una persecución judicial contra los dirigentes del gobierno nacional y popular.
De allí que la vicepresidenta, en su alocución luego de la condena, se refirió a esta trama de poderes como “Mafia y Estado paralelo”. “Eso es lo que está pasando en la Argentina y eso es lo que hoy me condenó a seis años de cárcel y a inhabilitación perpetua. Esta es la verdadera condena, esto es lo que querían, la inhabilitación perpetua”, resaltó y también alertó que ese sistema es el mismo que “te cobra lo que quiere del celular, lo que quiere de Internet, lo que quiere de prepagas, lo que quiere de todos los que fijan los precios, lo que no podés protestar (…) Es el poder en la Argentina. El poder económico y mediático que controla, en una suerte de Estado paralelo, y que coarta. Que coarta permanentemente. Entonces, además, es también un sistema disciplinador”.
La institucionalidad en la Argentina está en peligro. El fallo que declara culpable e intenta proscribir a la vicepresidenta, el reciente intento de terminar con su vida, unidos a una serie previa de hechos violentos, la búsqueda de desestabilizar instituciones como la Cámara de Diputados y esta confluencia mafiosa autodenominada “Los Huemules” son eslabones de una misma cadena. Se trata del accionar de un Estado paralelo que intenta corroer y poner en crisis a la democracia.
Como siempre, la discusión es entre democracia y corporaciones. O entre instituciones y mafia.
La economía continúa
Siguen ingresando dólares por el Programa de Incremento Exportador II (PIE II). Hasta el momento, transcurridos ocho días hábiles desde su implementación, se han liquidado más de U$S 1350 millones, generándose un incremento neto en las reservas de cerca de U$S 700 millones. De esta forma, el PIE II (al igual que el PIE I) abarca tres impactos importantes: suben las reservas, hay más dólares para asistir a la importación de bienes que requiere el sector productivo, y aumentan los ingresos fiscales, con una porción de los mismos dedicada a financiar programas que tengan como objeto atender a las economías regionales y cadenas de valor local.
Desde el lado de la producción, el índice industrial manufacturero (IPI manufacturero) de octubre de 2022 muestra una suba de 3,5% respecto a igual mes de 2021, mientras que el índice de la serie desestacionalizada evidencia una variación negativa de 1,1% en relación con el mes anterior.
El acumulado enero-octubre de 2022 presenta un incremento de 5,7% respecto a igual período de 2021. Los sectores que más contribuyeron a este crecimiento son Prendas de vestir, cuero y calzado (creció 21,6%), Alimentos y Bebidas, que aumentó un 3,3% (tiene una alta participación en el total), Maquinaria y Equipo (+13,6%) y Sustancias y productos químicos (+4,6%). De las 16 divisiones relevadas, sólo una (Productos de Tabaco) presentó una variación negativa en este acumulado.
En el caso de la Construcción, el indicador sintético de la actividad (ISAC) para octubre de 2022 muestra una baja de 0,9% respecto a igual mes de 2021, mientras que el índice de la serie desestacionalizada muestra una variación negativa de 3,5% respecto al mes anterior. Estos datos indican que el índice de la Construcción sufrió en octubre su primera caída interanual desde inicio de 2022, y a su vez registró su mayor baja mensual desde marzo. Cabe señalar que el impacto negativo se ha dado tanto en los insumos relacionados con la construcción privada como en la pública. No obstante, el acumulado de los diez meses de 2022 presenta una suba de 5,5% respecto a igual período de 2021.
Si bien los datos de producción puntualmente en octubre han evidenciado una caída mensual, ello no obsta para que aún continúen en niveles elevados respecto al 2021, lo que permite seguir pensando en un crecimiento del PIB para este año algo superior al 5 por ciento.