Una delegación de la Asociación de Argentina de Aeronavegantes (AAA), encabezada por su titular Juan Carlos Brey, presentó el martes un escrito en el Ministerio de Trabajo denunciando prácticas anti sindicales en la empresa aerocomercial low cost Flybondi.
El gremio que representa a las y los tripulantes de cabina exigió al Ministerio de Trabajo que intervenga para garantizar el respeto al artículo 53 de la ley de Asociaciones Sindicales en lo que hace al derecho a sindicalización de los trabajadores.
Según manifestaron los dirigentes, a través de amenazas, la empresa obstruye el proceso de sindicalización de sus empleados en violación a los derechos sindicales elementales. Una vez hecha la presentación por mesa de entrada quedaron a la espera de una convocatoria de la cartera laboral a ambas partes.
Alejandro Kogan, secretario adjunto de la AAA, explicó a Tiempo que “el diálogo con la empresa fue bueno y fluido hasta que comenzaran a operar. Ahí comenzaron estas actitudes y se truncó el diálogo. Están violando por completo el artículo 53 de la ley de asociaciones sindicales que garantiza la libertad individual de afiliación. Hay compañeros que denuncian presión para no afiliarse a nuestra organización que es el sindicato de actividad y el único con personería jurídica y gremial para representarlos.”.
Por detrás, señaló el dirigente que “hay una intención concreta de los directivos de la empresa de conformar un sindicato de empresas low cost eludiendo las estructuras tradicionales de sindicalización que hay en la Argentina» y que «pretenden armar una estructura sindical que responda a los intereses empresariales y que sea multisectorial”.
Las empresas low cost se caracterizan a escala internacional por ofrecer tarifas más convenientes sobre la base de una modificación en su estructura de costos. La misma se fundamenta en la utilización de aeropuertos de segunda línea, el arancelamiento de parte de los servicios ofrecidos a los pasajeros (catering y equipaje) y, especialmente, en la implementación de convenios colectivos con condiciones laborales a la baja con relación a las aerolíneas tradicionales.
Por motivos similares, Ryanair, la low cost irlandesa líder en Europa, acaba de sufrir una medida de fuerza coordinada en cuatro países que obligó a la suspensión de 600 vuelos en el Viejo Continente a fines de de julio, en plena temporada vacacional.
Una vez puesta en vigencia la eliminación del piso tarifario dispuesta por el Ministro de Trabajo, Guillermo Dietrich, y que desregula los precios de los pasajes en toda la industria, lo que buscan los directivos de Flybondi es consagrar un convenio único de todas las actividades (pilotos, técnicos, tripulación de cabina y personal de tierra) para avanzar en diversas modalidades de multitarea avasallando derechos laborales y afectando las condiciones de seguridad. Para eso, precisan de un sindicato propio y único que de aval a la normativa.
La situación de Aerolíneas Argentinas
El diferendo, además, se da en el marco de una manifiesta intención de Aerolíneas Argentinas para avanzar sobre sus propios convenios colectivos de trabajo. Hace algunos días los trabajadores de cada uno de los sectores recibieron una carta de la empresa en la que anunciaban la realización de reuniones con los sindicatos con el propósito de “discutir cómo ser más competitivos.”.
La misiva asegura que “la empresa no puede dar ventajas en un mercado local e internacional fuertemente competitivo”. Con el propósito de presionar a favor de modificaciones en sus convenios, el comunicado asegura que la empresa “debe decidir de manera rápida inversiones que son imprescindibles para seguir adelante el camino del crecimiento” y que, claro, condiciona a “discutir qué podemos aportar todos para ponernos al nivel de toda la industria” .
En el caso de los tripulante de cabina la empresa anuncia su intención de “conversar como suprimir el concepto de tarea específica, que reduce el tiempo efectivo de trabajo” aclarando que “es un punto del convenio que no tiene ningún trabajador en toda la industria aérea.”. Además anuncian su voluntad de “discutir que las tripulaciones internacionales puedan volar en cabotaje y viceversa” y “adecuar la tripulación internacional a lo establecido por la norma, volar con 8 y no con 9 tripulantes”.
Kogan explica: “Quieren reducir los costos laborales que generan las condiciones implícitas en los convenios colectivos de trabajo para bajar el gasto público. Reducir el tiempo de descanso anterior y posterior a una actividad y el tiempo en las escalas para ahorrar viáticos. Nosotros volamos con un tripulante más que la dotación mínima según lo que dispone la ANAC para garantizar que, ante alguna ausencia por enfermedad, el vuelo pueda salir. Quieren recargar la actividad laboral por vuelo.».
En el caso de los técnicos, en un comunicado del mismo tenor la empresa señala como objetivo “adecuar las especialidades establecidas en los convenios colectivos de acuerdo a las prácticas actuales de la industria aeronáutica”. Además proponen “adecuar las jornadas laborales y los turnos” y “la política de despacho técnico y de inspección de tránsito” y “implementar el despacho descentralizado”.
Con todo, para Kogan, el diferendo por Flybondi y “la negociación con Aerolíneas van por otros carriles, son convenios distintos, como con Latam y Avianca» y que «lo de Aerolíneas tiene que ver con una necesidad del Estado de reducir el déficit fiscal por el fracaso del modelo económico y por imposición del FMI”.