En la provincia de Santa Fe, segundo estado de la República Argentina, hay más casas vacías que familias que sufren hacinamiento o padecen el drama de los alquileres que violentan los ingresos de las personas que los deben pagar. Una obscenidad. La postal santafesina sintetiza la matriz que se repite en otros lugares de la semicolonia.

El martes 8 de agosto de 2023 presentamos un proyecto de ley titulado Producción Social Autogestionaria del Hábitat Popular que tiene por objeto promover el acceso a la vivienda y a un hábitat digno mediante el impulso y financiamiento de políticas de vivienda y hábitat sustentadas en la producción social autogestionaria del hábitat popular. Surge de las preocupaciones acercadas por organizaciones sociales santafesinas y, en particular, recupera la amplia trayectoria local y nacional del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (M.O.I.).

Es un proyecto de similar tenor al presentado en el Congreso Nacional, en el año 2022, por la Diputada Nacional Mónica Macha (1675-D-2022), iniciativa que a su vez recupera los proyectos presentados en 2019, por el Diputado Leonardo Grosso (2759-D-2019) y, en 2016, por el Diputado Edgardo Depetri, (6923-D-2016). 

Conforme el Censo 2010 (último con datos disponibles), del total de 1.023.777 hogares de la provincia, 274.359 habitaban viviendas alquiladas, ocupadas en préstamo, o en relación de dependencia u otra situación por fuera de la propiedad. De modo que, al menos, el 26% de los hogares santafesinos no tienen la propiedad de la vivienda que habitan. 

Adicionalmente, 28mil de esos hogares correspondían a viviendas deficitarias (ranchos, casillas, piezas en inquilinato, pieza en hotel o pensión, local no construido para vivienda, vivienda móvil). 

Otro dato alarmante es el aumento significativo de los hogares que alquilan, si atendemos a que en el año 2001 la Provincia de Santa Fe tenía 872.132 hogares de los cuales casi 92.000 (10,5%) alquilaba, mientras en 2010 los hogares santafesinos eran casi 1.024.000 y alquilaban 157.300 (15,4%). Ello quiere decir que los hogares crecieron el 17,4% mientras que los inquilinos crecieron el 71%.

De manera concomitante, el Censo ha mostrado un crecimiento importante de los hogares convivientes bajo un mismo techo. En la provincia, hay 130.376 casos en los que hay más de dos hogares (o grupos familiares) por vivienda, lo que da cuenta, en parte, de los niveles de hacinamiento existente. Si se compara con los datos arrojados por el censo anterior, el porcentaje de viviendas con dos o más hogares, creció un 173% entre 2001 y 2010, mientras la cantidad de hogares sólo creció un 17%.  De acuerdo al Censo Nacional 2010, en la Provincia de Santa Fe hay 195.282 viviendas deshabitadas, lo cual representa el 17% del total de viviendas (1.145.270). El porcentaje de propiedades deshabitadas en Santa Fe es similar al promedio nacional (18%). En todo el país hay unas 2,5 millones de viviendas desocupadas.

Sólo en Rosario del total de 67 mil viviendas deshabitadas censadas en el 2010 (que representan el 19% del total de viviendas de la ciudad), las que están desocupadas por motivos especulativos son unas 36 mil (10% del total). Es decir, más de la mitad de las viviendas deshabitadas en la ciudad son viviendas desocupadas especulativas. Si bien no es posible extrapolar con exactitud este porcentaje para la provincia, sí nos permite advertir que muy probablemente haya en Santa Fe cerca de 100 mil viviendas ociosas por motivos de especulación inmobiliaria. Dato que se corresponde con las 120mil viviendas deshabitadas que en su momento reconociera el entonces gobierno provincial.

Desde el año 2007 en adelante se habla de boom inmobiliario no solamente en Rosario, si no también en el Tigre, en la provincia de Buenos Aires y en Córdoba.

Un triángulo que fundamenta el crecimiento del negocio de las constructoras colonizando los estados (nacional, provincial y municipales) al servicio de sus intereses y generando el irritante contraste entre miles de casas nuevas vacías y miles de familias hacinadas.

La Producción Social Autogestionaria del Hábitat Popular es una herramienta fundamental para descolonizar el estado al servicio de las necesidades populares. Si no lo hacemos continuará multiplicándose la postal de la obscenidad que ofrece el lavado de dinero a través del llamado boom inmobiliario.