Con más de 100 casos positivos desde que comenzó la pandemia, el punto más crítico de los rebrotes que afectan a los planteles de Primera se dio en la mañana de este martes , cuando se conoció que el director técnico de Independiente, Julio César Falcioni, dio positivo en el test rápido de coronavirus. De 64 años, paciente de riesgo tras haber superado un cáncer, el caso de Falcioni sirvió para encender las alarmas después de que Racing, Gimnasia, Sarmiento de Junín y Banfield pasarán por contagios masivos.
El extécnico de Boca, entre otros, se encuentra por el momento con buena salud. En el Rojo también dieron positivo los jugadores Domingo Blanco y Alan Soñora, que se suman a la lista de Thomas Ortega, Patricio Ostachuk, Juan Ignacio Pacchini y Sebastián Sosa. El arquero uruguayo declaró que en la mañana del sábado, antes del partido con Talleres, ya se sentía mal, pero no avisó al médico del plantel.
Alejandro Roncoroni, integrante de la comisión médica de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), afirmó que «es evidente que hubo un relajamiento en el cumplimiento de los protocolos», ante la ola de contagios de coronavirus que afectan a varios planteles de la Primera División, aunque avisó que «se puede seguir jugando». Roncoroni se detuvo en el caso de Independiente: «»Cuando se tienen síntomas lo primero que hay que hacer es comunicarlo al médico, en cualquier actividad, porque ésa es la única forma para intervenir a tiempo, aislar y evitar contagios. Pero si no avisás, los médicos no pueden hacer nada», explicó Roncoroni, en TyC Sports.
Tanto la LPF como la Asociación del Fútbol Argentino no piensan en suspender la actividad, pero sí en remarcar el cumplimiento de los protocolos puertas para adentro. Desde el gobierno, en tanto, preparan una carta firmada por la Ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, y el Ministro de Turismo, Matías Lammens, en la que pedirán más restricciones y más controles. Desde hacer varios meses que los futbolistas suben incluso a sus redes sociales fotos de escenas que lejos están de adecuarse a la supuesta burbuja que debe componer cada plantel: cumpleaños numerosos, asados y más. En muchos casos, hasta comparten el mate. En la reunión de Comité Ejecutivo de este martes la resolución fue volver a «Fase 1», como sucedió en agosto pasado, cuando regresaron los entrenamientos tras la cuarentena estricta: cada futbolista irá en su auto particular, no se podrán bañar en el club y no habrá concentraciones previas a un partido.
En 2020 el fútbol argentino estuvo parado durante más de siete meses. En marzo pasado, el presidente de Patronato, Miguel Ángel Hollman, 71 años y con enfermedades preexistentes, murió tras contraer Covid. Un indicio que no debiera llevar a la relajación. Con la Copa América de junio en el horizonte, ni la Conmebol ni AFA tienen pensado que la pelota se vuelva a enfrentar. Este martes, incluso, por Copa Libertadores San Lorenzo recibirá al Santos, de Brasil, que llegó a Argentina a través de un ‘corredor sanitario’ ya que no se permite el ingreso de vuelos de ese país, afectado con más de 330 mil muertes por coronavirus. Y este miércoles, será Defensa y Justicia quien se mida ante Palmeiras, por la Recopa Sudamericana. Ambos planteles deberán volar la semana que viene a Brasilia, ya que Conmebol cambió la sede para no jugar en San Pablo, una de las zonas más afectadas por los contagios.