Los futbolistas de Vélez Thiago Almada y Miguel Brizuela quedaron imputados por la fiscal Laura Zyseskind en la causa por abuso sexual durante una fiesta realizada en diciembre pasado, de la que también participaron otros integrantes del plantel velezano. Al regreso de un viaje a Colombia, donde el Fortín había conseguido un importante triunfo para clasificarse a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, el delantero Martín Lucero fue el anfitrión de una reunión que se realizó en su casa del country Camino Real, en San Isidro. Pasada la medianoche, fue Lucero quien llamó al 911 para realizar la denuncia luego de oír los gritos de pedido de ayuda de la víctima, que fue encontrada inconsciente en la cama con signos de haber sido abusada, según consta en el expediente.

Tras el primer testimonio de la víctima y de una testigo, en la misma madrugada del 4 de diciembre, la fiscal decidió únicamente imputar a Juan José Acuña Delbene, ex entrenador de Argentino de Quilmes, también invitado a la casa de Lucero. Al día de hoy, Acuña Delbene tiene pedido de captura internacional pero continúa preso. El club decidió que los tres futbolistas de Vélez, sumado a Ricardo Centurión, que también fue parte de la reunión, se perdieran un partido (0 a 0 ante Patronato, el 5/12) y se puso a disposición de la Justicia, pero sin ningún tipo de sanción para los jugadores. «Ningún integrante del plantel profesional se encuentra denunciado ni imputado en la causa pertinente, al momento de elevar el presente comunicado», informó el club de Liniers en su momento.

Ahora la víctima, tras dos meses de asistencia psicológica, pudo ampliar su testimonio. Y, según el periodista Gustavo Grabia, incriminó a Almada y Brizuela. Por eso su condición pasó de testigos a imputados. Ahora los dos jugadores deberán presentarse para hacer su descargo. Mientras tanto, según informó la entidad de Liniers, de acuerdo al protocolo vigente en el club, se decidió «separar temporalmente a ambos profesionales del primer equipo hasta que se resuelvan sus situaciones judiciales. Los futbolistas contarán con el acompañamiento del Departamento de Psicología de la Institución. El Club se pone a disposición de la victima y la justicia».



A horas del inicio de un nuevo campeonato, Vélez tomó una decisión ejemplar que evitaron otras entidades del fútbol argentino ante casos similares. El Fortín es uno de los clubes pioneros en tener un área de género dentro del club y tener un protocolo para prevenir la violencia de género para todos los empleados del club, incluidos los del plantel profesional de fútbol. Brizuela, de hecho, estuvo tres meses marginado durante 2020 por haber sido denunciado por ejercer violencia física contra su mujer. Thiago Almada, de 19 años, es la gran estrella que tiene Vélez, al punto que es el jugador más cotizado del fútbol argentino. Pero no hubo excepciones.