Uruguay es una excepción en Sudamérica. Porque es la única selección de la región que logró ganar. Porque ya está clasificada a octavos de final. Porque los comandados por Washington Tabarez eligen un estilo conservador que va a contramano del resto de los competidores de América del Sur. Acaso lo que los vincula con sus vecinos es el sufrimiento, una constante para la Celeste. Incluso ante rivales inferiores como Arabia Saudita, al que superó por 1-0 con gol de Luis Suárez que le permitió avanzar a la próxima ronda de la Copa del Mundo.
Solo queda por definir quién se llevará el primer puesto del Grupo A cuando los charrúas enfrenten al anfitrión Rusia, el lunes. No es un detalle. De esa resolución dependerán los cruces con el Grupo B de Portugal de Cristiano Ronaldo y de España. «Lo importante era ganar para asegurar la clasificación y así se dio», dijo Suárez, el autor del gol en su partido número cien la Seleccción y el único de su país en convertir en tres mundiales diferentes (Sudáfrica, Brasil y Rusia). A Uruguay no le sobró nada en su camino a octavos. Al contrario, superó a Arabia Saudita casi sin pegarle al arco y por un error del arquero Mohammed Alowais que le dejó servido el grito a Suárez.
Lo que sí recorrió el mundo fue la conferencia de Tabarez una vez que concluyó el partido en el Rostov Arena. El entrenador habló sobre la historia del equipo, su cultura y la incidencia del fútbol en su país. “En Uruguay se pararon las clases no solo en la escuela, sino incluso en las universidades, para que se viera el partido contra Egipto. Y cuando veo que hay niños muy pequeños mirando a Uruguay y ven que gana con un gol en la hora -que es como una religión porque es la manera en que nos gusta ganar- festejaron y se desahogaron, la reflexión fue que esos niños no olvidarán nunca más eso. Quizás se lo transmitan a sus hijos y hasta a sus nietos y eso es retomar el hilo de la cultura futbolística uruguaya”, señaló el Maestro.