Se va un año en el que la Argentina jugó una parte central dentro del universo olímpico. No solo por las tres medallas doradas sino porque se logró el objetivo de reinsertar dirigencialmente al país en el mundo de los cinco anillos de colores. Detrás de la inmensa actuación de Juan Martín del Potro, del esfuerzo de Paula Pareto, de la constancia de Santiago Lange, de 54 años, acompañado por Cecilia Carranza, y el histórico primer lugar del hóckey de varones, la delegación argentina se hizo notar también entre los popes del Comité Olímpico Internacional.
El presidente del COA, Gerardo Werthein, infló el pecho y salió en defensa de su amigo y titular del COI, el alemán Thomas Bach, sobre la suspensión de los atletas rusos por doping de estado. El exdirigente del mundo equino nacional ganó terreno dentro del círculo de Bach, relación que viene desde 2013 cuando el alemán resultó elegido en la votación que se realizó en Buenos Aires. De ahí en más, Werthein y el exesgrimista alemán se mostraron juntos en cada Comité y en cada evaluación que se realizó en diferentes lugares del mundo. También lo hicieron en la Villa Olímpica durante Río 2016.
Hay algo más a lo que apuesta la Argentina y se viene una prueba de fuego: los Juegos de la Juventud, que se desarrollarán en Buenos Aires dentro de un año y medio y, si todo sale bien, una candidatura olímpica para dentro de tres ediciones. Todo se da en un marco donde reina la confusión y el ego entre el Enard, la Secretaría de Deportes y el Gobierno. Existen dos puntos clave donde no hay acuerdo: la mudanza del Cenard a Villa Soldati (donde se construye el Parque Olímpico para más de 10 mil jóvenes, inversión de 60 millones de dólares, 31 edificios de siete pisos cada uno) y el manejo de la AFA.
El titular del COA fue quien deslizó la idea de la mudanza del Cenard y la Secretaría, algo que entusiasmó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (haría un emprendimiento inmobiliario en Belgrano, donde también ingresa en el combo el Tiro Federal frente a River), pero no así al presidente Mauricio Macri. Lo cierto es que Werthein y Macri no se llevan nada bien pese a sus fotos en Río. Werthein, que siempre se mostró cercano a Daniel Scioli y que estuvo en su cargo durante el kirchnerismo, no fue ni siquiera mencionado en las felicitaciones del gobierno tras la actuación de la Argentina en los JJ OO. Y eso que fue el creador del Enard, ente fundamental que en seis años de vida cambió la estrategia deportiva del país para que los atletas pudieran dedicarse 100% a su especialidad. Además, el CEO de Telecom, con negocios en el campo y en el sistema financiero, fue uno de los que apoyó a Marcelo Tinelli para que llegar a la presidencia de AFA. Más allá de sus encontronazos con el gobierno, Werthein siempre se las arregló para mantenerse y acomodarse. Cintura no le falta.
Hay otro personaje que desde hace un año está a cargo de la Secretaría de Deportes y que en varias ocasiones ya mostró su deconocimiento de la situación de los atletas de alto rendimiento. Carlos Mac Allister, el elegido del presidente Mauricio Macri, ya tuvo varios encontronazos con atletas frente a los rumores de quita de becas por bajos rendimientos.
Hace un mes fue cruzado por la maratonista María de los Ángeles Peralta, que tuvo que abandonar en Río por una lesión. «Lo que evaluamos también es deporte de alto rendimiento, y los logros conseguidos. Uno salió 89° y otro abandonó en los Juegos Olímpicos», dijo el exfutbolista, a lo que la atleta le contestó: «Te cuento, en atletismo no clasificás porque tu manager supo venderte bien al DT de turno. No llegás, porque le caés bien al DT nacional. En atletismo, solamente llegás a un JJ OO si conseguís la marca habilitante que te impone la Federación Internacional, que en muchas pruebas hasta significaría batir el récord de todos los tiempos en nuestro país.
Los problemas continúan: el miércoles pasado se conoció que desde el Enard se informó que le quitarán las becas a los triatletas por «falta de logros» (Gonzalo Tellechea, ubicado entre los 40º del mundo, el primer argentino en disputar dos JJ OO), mientras que los trabajadores del Ministerio de Educación y Deportes resolvieron una permanencia pacífica en el edificio de Montevideo y Santa Fe contra los más de 3000 despidos.
El último título
Ya en lo deportivo, y cuando nadie lo esperaba luego de varios intentos frustrados, el deporte argentino sumó el único título importante que le faltaba: campeón de Copa Davis de la mano de Juan Martín del Potro y del estratega Daniel Orsanic.
La Ensaladera de Plata fue uno de los trofeos más buscados para el deporte argentino en los últimos 15 años y justo se da en el momento menos pensado: sin jugadores entre los mejores 20 del mundo, con un recuperadísimo Delpo y sin ningún nombre de los que fueron parte de La Legión. Si no fuera por este logro, sin dudas que lo hecho por Paula Pareto (la primera mujer argentina en lograr un oro), Lange-Carranza y Los Leones sería lo más grandioso del año, aunque por supuesto que ocuparán un lugar privilegiado en la historia.
A nivel seleccionados, el básquet cerró una etapa con el adiós de Manu Ginóbili y Andrés Nocioni (épico encuentro ante Brasil en Río) para darle la bienvenida a una nueva camada que ya se está ganando su lugar en el mundo. Si bien aún no se cerró, se apuesta a la continuidad de Sergio Hernández como formador de un nuevo grupo de elite.
También hay que destacar que el mismo camino lo siguen el resto de los seleccionados: hace unos meses se renovó con Julio Velasco al frente del equipo de vóley, Daniel Hourcade se mantiene en Los Pumas (jugaron por primera vez el Súper Rugby y siguen en la Rugby Championship), en tanto que Dady Gallardo será de nuevo el entrenador del equipo nacional de handball, que a partir del 11 de enero disputará el Mundial en Francia. «