Podía ser esperable lo que finalmente expuso Racing en el debut de Ricardo Zielinski como entrenador. Un equipo contundente en el ataque, simple y efectivo, con una marcada firmeza en la defensa. Le alcanzó con esas dos virtudes -y no le sobró nada más- para derrotar a San Martín en San Juan por 2-0, a pesar de haberlo pasado mal durante buenos tramos del partido.

El primer partido de Zielinski fue una declaración de principios. No hay manera de juzgar a un entrenador solo por un partido, pero si se unen los antecedentes del Ruso con lo que se vio en San Juan, se puede advertir que Racing será ese equipo a los que se suele denominar «equilibrados», casi un opuesto a lo que se intentó proponer en la gestión anterior, la de Facundo Sava, el técnico despedido cuando faltaba sólo una semana para que comenzara el actual torneo. 

No se había cumplido ni el cuarto de hora cuando Marcos Acuña puso el primer gol de Racing. Y eso le permitió al equipo de Avellaneda tener aire para lo que seguía. Esa primera parte fue de la Academia, con Gustavo Bou suelto, con el chico Lautaro Martínez todavía tratando de hacer pie en la Primera. Y, sobre todo, con Acuña. La apuesta de Zielinski de poner a Oscar Romero a pesar de que casi no se había entrenado con Racing por haber estado con Paraguay, no desentonó. Pero Romero, un futbolista con un gran potencial, no termina de explotar. 

Ese esquema, de a poco, se fue derrumbando. Porque San Martín, el equipo de Pablo Lavallén, comenzó a ganar terreno en la mitad de la cancha, y a complicar a Racing, cada vez más volcado sobre su propio arco, una pintura de lo que sería el resto del partido. De lo que seguiría en la segunda parte. Mucho más, cuando para tratar de equilibrar el juego, Zielinski decidió sacar a Lautaro Martínez y mandar a la cancha a Ezequiel Videla, que terminó componiendo junto a Luciano Aued y Francisco Cerro un mediocampo académico con un triple 5.

Si lo que se pensaba -se creía- era que llegaría el gol de San Martín, y eso era lo justo, lo que ocurrió fue lo contrario. En acaso una de las pocas jugadas en las que Racing buscó controlar la pelota durante la segunda parte, remató el partido. Un centro bajo de Acuña cruzó el área y -mérito del equipo de Zielinski- Gastón Díaz llegó a posición de delantero para poner el 2-0. En las cuentas de Racing, en las cuentas del Ruso, se cerraba así un debut ideal.