El ministro de Seguridad de Santa Fe, Jorge Lagna, se reunió con los presidentes de Rosario Central y Newell’s Old Boys tras los recientes episodios de violencia, e iniciaron una mesa de diálogo a fin de “desdramatizar el fútbol” en Rosario y evitar nuevos ataques, anunció el funcionario. Lagna y los referentes de los clubes se reunieron luego de los últimos episodios que comenzaron con la vandalización de una estatua de Isaac Newell’s, siguieron con dos bombas molotov y culminaron con un incendio en la sede social de Rosario Central.
El ministro mantuvo una conversación con los presidentes de Rosario Central y Newell’s, Rodolfo Di Pollina y Ignacio Astore respectivamente, quienes sellaron el encuentro con un apretón de manos, y llamaron a la calma de los hinchas, al entender que más de una vez la violencia “no proviene de las instituciones”.
Por el incendio en una de las subsedes canallas, se encuentra internado Alexis, un joven de 23 años que trabajaba de custodio en el lugar cuando se produjo el atentado, que le ocasionó quemaduras severas. “No lo puedo creer, que se dejen de joder con los equipos. Llegué a salir porque pensé en toda mi familia cuando vi el fuego acercándose a mí y pensé no me puedo morir acá y salí como pude salir. No me importó nada, no me importó si me cortaba los dedos al salir, quería salir vivo”, dijo el joven.
En ese marco, Lagna indicó en conferencia de prensa que se genera “una mesa de trabajo común que trasciende la seguridad de cada cancha y los operativos de cada partido, confiando en el trabajo de Fiscalía porque es necesario que estos hechos se esclarezcan”. A su vez, el titular de Seguridad de Santa Fe explicó que ya se encuentra trabajando “un equipo especial de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) con los fiscales en pistas de investigación”.
Mientras tanto, las sedes de Rosario Central y Newell’s tendrán custodias fijas, al igual que las estaciones de servicio, por decisión de la jefa de la Policía de Santa Fe, Emilce Chimenti, por lo que la funcionaria remarcó la necesidad de “terminar con todas las bandas delictivas”. La jefa policial adjudica los ataques en las estaciones de servicios al endurecimiento de “lugares de detención, con delincuentes de alto perfil”, y no descarta que los atentados a las sedes de los clubes rosarinos provengan de los mismos sectores. La ola de episodios violentos en Rosario excede al fútbol, pero tiene en los dos grandes clubes de la ciudad un actor permanente en esa problemática.