El asesinato de Emanuel Balbo abrió un amplio espectro de variables a analizar alrededor de lo que ocurre en los estadios de fútbol. Desde la Coordinadora de Hinchas entendemos que este hecho doloroso debe servir para cambiar, de fondo, muchas de las realidades aceptadas hasta este momento. Sabemos que hay diferentes grados de responsabilidades, pero consideramos que debemos aceptar que nadie que rodee al fútbol puede estar al margen de trabajar para que esto se resuelva y que, de a poco, podamos tener un fútbol mejor.

Nuestro compromiso como Coordinadora será multiplicar actos y actividades como las que ya hemos realizado, en las que podamos estar conviviendo, en un mismo lugar, hinchas con camisetas de diferentes equipos. En esos encuentros, intentamos transmitir que convivir es posible.

Desde adentro de la cancha los jugadores puede aportar su parte desde la unión y el compañerismo. El gesto de los planteles de Belgrano, Talleres e Independiente fue una buena señal, pero no podemos conformarnos con gestos. Celebramos estas acciones y esperamos se multipliquen.

Desde afuera, el tratamiento mediático muchas veces realiza un fuerte y violento mensaje en torno a las rivalidades. Como sociedad necesitamos un cambio de enfoque. No podemos seguir lamentando hechos consumados, hay que prevenirlos.

Sin embargo, el problema principal surge de operativos policiales inconducentes y de una dirigencia que hace oídos sordos a los reclamos de sus hinchas y socios. Una vez más queda demostrado que la prohibición de los visitantes no es la solución, sino un parche que no sirve. Necesitamos reglas claras y no que las normas sean diferentes en cada estadio. Tenemos que trabajar todos y todas para recuperar un derecho que no estamos dispuestos a resignar, parte de nuestra cultura popular y de la historia de los clubes que nos hermanaba mucho más, ya que nos encontraba compartiendo un espectáculo, locales y visitantes.

¿Cómo puede un dirigente o un policía conocer mejor que nosotros lo que pasa en una tribuna? ¿Cómo pueden resolver por nosotros sin tenernos en cuenta? Necesitamos la voz del hincha representada en estas decisiones. Nuestra fiesta futbolera está en riesgo y tenemos que hacernos cargo.