El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, aceptó que si el penal que le otorgaron a su equipo a instancias del VAR y que derivó en el empate parcial previo a la victoria por 2 a 1 sobre Banfield, no era otorgado por el árbitro Pablo Echavarría», «también hubiese estado bien». La polémica sucedió durante el quinto triunfo seguido de River entre Copa de la Liga y Libertadores.
«El penal de (Franco) Quinteros fue muy polémico porque el reglamento no es claro, ya que está bien que se haya cobrado tal como hubiese estado bien si no lo daban», explicó Gallardo anoche, en la conferencia de prensa pospartido. «Pero hace unos años y sin VAR, en esta misma cancha le cobraron un penal a Leonardo Ponzio por una jugada parecida. Por eso digo que es difícil medir la intención», alegó el técnico riverplatense.
Echavarría no había marcado el penal por la mano casual -pero claramente extendida y lejos del resto del cuerpo- del defensor de Banfield, que se provocó cuando rozó el balón con el brazo izquierdo tras errarle a un cabezazo dentro de su área. Desde la oficina central de Ezeiza el juez a cargo del VAR, Darío Herrera, en una interpretación que no coincidió con la de Echavarría, le sugirió modificar su decisión y terminó cobrando el penal para River, que estaba perdiendo 1 a 0 tras la única llegada de Banfield al arco visitante.
Algunos integrantes de la hinchada local fueron a esperar a Echavarría a la salida del estadio insultándolo y con intenciones de agredirlo, por lo que debió retirarse junto a sus asistentes protegido por una fuerte custodia policial. Banfield ya había perdido en la semana en Chile por la Copa Sudamericana.
Después Gallardo terminó refiriéndose a que el «espectáculo valió la pena por el gol de Matías Suárez (el segundo de River), que fue un golazo, porque el resto no fue tan lucido por la propuesta de Banfield».
«Ya en la previa del partido le había advertido a mis jugadores que Banfield nos iba a incomodar y sacarnos fluidez en el juego, tal como sucedió, y por eso había que poner más esfuerzo para sumar de a tres, aunque no se jugara bien», admitió. «Es que necesitábamos ganar para afirmarnos en la clasificación de la Copa de la Liga y así poder ir haciendo rotaciones en los próximos partidos», apuntó.
Al respecto sostuvo que la «idea era repetir el equipo con el que se le ganó a Fortaleza en la semana por Copa Libertadores, porque Julián Álvarez no había mostrado ningún problema en la previa. Pero cuando en el calentamiento nos dijo que tenía algo muscular inmediatamente lo cambiamos por Braian Romero», refirió.
«Juan Quintero es el jugador diferente del plantel, que siempre desequilibra con alguna jugada como en el gol de Suárez, y él entiende muy bien porque entra en el complemento y no de entrada, pero cuando tenga más continuidad en el juego, solo se va a poner como titular», explicó finalmente Gallardo para explicar también porque fue Romero y no el colombiano el designado para reemplazar a Álvarez.
Justamente Álvarez, según se ratificó en las últimas horas, en junio próximo abandonará el club de Núñez para ponerse a las órdenes de Josep Guardiola en Manchester City, de Inglaterra.
River está segundo en la Zona 1, con 22 puntos, dos menos que el líder Racing. Los cuatro primeros clasifican a los cuartos de final y sólo restan cuatro fechas para que termine la fase de grupos.