Ninguna persona, sea deportista o personalidad pública, debiera contar qué hace y qué no hace en su vida privada, en su intimidad. Pero muchas personas, en este caso deportistas argentinos, abren caminos. Este martes, el basquetbolista Sebastián Vega dijo que es homosexual. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter. El alero de Gimnasia de Comodoro Rivadavia contó que el sufrimiento por reprimir lo que sentía lo llevó a padecer lesiones recurrentes, y destacó el apoyo que recibió de parte de su familia, sus compañeros y su equipo, al que se sumaron Sergio “Oveja” Hernández, entrenador de la Selección de básquet, y estrellas de antes y de hoy, como Emanuel Ginóbili y Facundo Campazzo.
«¡La verdad nos hace libres!», escribió Sebastián Vega, nacido en Entre Ríos, 31 años, primer basquetbolista argentino de la Liga Nacional que cuenta que es gay. “Me acuerdo del momento con exactitud: yo tirado en la cama, a oscuras, mirando el techo en silencio, sin saber qué hacer, sin querer asumir, con la cabeza explotada. Acababa de estar con un hombre por primera vez y no lo podía aceptar. Aquella noche fue una de las peores que recuerde. Significó un cambio definitivo en mi vida y mis estructuras”.
«Estuve de novio con una chica intentando continuar con mi vida heterosexual -continuó el relato-, pero después de un tiempo las ganas de estar con un hombre volvieron a surgir. Eran meses de absoluta confusión. Me mentía a mí mismo, negaba la realidad, estaba frustrado, triste. No entendía por qué me pasaba eso a mí. Yo quería ser uno más, quería encajar. Quería ser como mis compañeros y amigos. Y me empecé a hundir. Llegué a considerar el retiro del básquetbol, que es lo que más amo en la vida”.
Vega comenzó su trayectoria en el club Central Entrerriano y luego pasó a Peñarol de Mar del Plata, con el que ganó la Liga Nacional y la Liga de las Américas en la temporada 2009/10. Más tarde jugó en Boca, en Quimsa -equipo en el que cumplió dos ciclos y con el que fue campeón de la Liga Nacional 2014/15- y Libertad de Sunchales. También formó parte de las selecciones juveniles entre 2005 y 2007 y debutó en la mayor en el Sudamericano 2010 de Neiva, Colombia, donde Argentina ganó la medalla de plata.
“No me olvido más: encaré a mi papá y fui decidido a contárselo, con mucho miedo (terror diría), dando por sentado que me iba a echar de casa”, expresó en relación al momento en que le contó a su familia que es homosexual. “Fui preparado para lo peor. No obstante, para mi sorpresa, su reacción fue de amor. Fue una escena dura. Casi se desvanece mientras le contaba, pero lo aceptó. Tuve que entender que era un proceso para él y para mi mamá. Y lo respeté. Fue un tremendo alivio encontrar respaldo en mi familia”.
El año pasado, otros deportistas argentinos también contaron públicamente que son gay. Primero fue el voleibolista Facundo Imhoff, medalla de oro en los últimos Juegos Panamericanos de Lima 2019. Fue el primer deportista argentino de élite que lo dijo. “Quiero llegar a gente que está a la espera de dar ese paso. Ojalá sea un precedente para que los deportistas vivan su sexualidad libremente”, dijo. Luego fue Nicolás Fernández, arquero de General Belgrano, de la Liga de La Pampa, el único futbolista argentino en decirlo. “En el fútbol -dijo Fernández- es un tema tabú. Ahora, cuando en la cancha me gritan ‘puto’, me doy vuelta y me río”. Sebastián Vega, Facundo Imhoff y Nicolás Fernández abrieron caminos. Tal vez algún día, en ámbito deportivo, no sea necesario.