Santiago Lange es un hombre lleno de felicidad y satisfacción. Acaba de ganar junto a Cecilia Carranza Saroli, su compañera rosarina, el oro Olímpico en Río de Janeiro en la prueba Nacra 17. A los 54 años, en su sexta participación en los Juegos Olímpicos y con dos medallas de bronce en su historia, se cuelga la medalla más preciada con un agregado especial: sus hijos, Yago y Klaus, también participan de Río 2016.
«Es un ejemplo. Un luchador. Demostró que es un grande. Lo que logró es único. Es el tipo más apasionado que conozco. No conozco a nadie tan decidido. Deja todo por lo que realmente ama, que es la náutica. Nosotros sabemos lo que sufrió para llegar ahí», cuenta Klaus.
En 2015, un cáncer de pulmón le generó incertidumbre con respecto a la continuidad de su carrera deportiva. Lo operaron y le extirparon el pulmón dañado, y en menos tiempo del imaginado ya estaba nuevamente entrenando.
En charla con Tiempo y después de haberse subido a lo más alto del podio, confirmó lo dicho por su hijo: «Me gusta mucho lo que hago. Me gustan los desafíos. Me gusta entrenarme y dejarlo todo. Y, en definitiva, eso que dice Klaus es verdad.»
-¿Se entrenaron casi un año aquí en Río?
-Sí. En noviembre de 2015, después de la operación, nos vinimos para acá. Hemos viajado a Argentina para las fiestas y hemos ido al circuito europeo y a hacer dos torneos en Estados Unidos, pero siempre volvíamos acá, así que ésta es nuestra casa. No tengo más que palabras de agradecimiento para los brasileños porque nos hicieron sentir en casa y nos apoyaron. Hoy estaban ahí gritando por nosotros.
-¿Eso sirve para bajarle los decibeles a la rivalidad entre argentinos y locales en las tribunas?
-Yo creo que es linda la rivalidad si queda en el deporte, o en la pasión del fútbol. Pero no tenemos que tener la rivalidad como pueblos. Hay que saber dividir muy bien lo que es el deporte y la pasión del hecho de ser hermanos y vecinos.
-¿Cómo crees que es la situación actual del deporte argentino más allá de este logro olímpico?
-Bueno, es una pregunta que puede llevar horas contestarla, pero sin lugar a dudas la existencia del ENARD ayuda un montón y eso tuvo continuidad. Acabamos de tener elecciones con cambios políticos, pero se continúa en una línea en cierto punto, y eso para mí es muy importante porque para tener éxito deportivo lo único que hay que hacer es pensar a largo plazo. En lo único que hay que trabajar más es en la planificación y en ser muy eficientes con ese dinero. Y para mí la planificación tiene que ser a muy largo plazo, cosa que por obvias razones de nuestra realidad nos cuesta mucho a los argentinos.