Cuando más cerca de la ventaja estuba Huracán, San Lorenzo se encontró con la victoria. Con un cabezazo de Marcos Ángeleri, después de que Ezequiel Cerutti pescara un rebote en el área, el Ciclón venció por 1 a 0 al Globo y una vez más hizo gala de su paternidad, ya que es la máxima diferencia en un clásico, con 34 partidos. Para el equipo que dirige el uruguayo Diego Aguirre fue mucho más que un triunfo ante el rival de toda la vida: con estos tres puntos se acercó a Boca, que arrancará el partido ante River tres puntos arriba del Ciclón.
En un Tomás A. Ducó que se había preparado para la fiesta, todo terminó en decepción. Durante la primera mitad, el local llegó seguido al arco que defiende Nicolás Navarro, pero no estuvo fino en la resolución. Al cabo, ese es el gran déficit que tienen los quemeros desde la partida de Ramón Wanchope Ábila. El arquero del Ciclón fue una de las figuras de la noche, pero además contó con la complicidad de los delanteros de Huracán, que no estuvieron voraces en el área.
Acaso ese puede ser uno de los motivos para explicar el resultado: la diferencia de jerarquía. Un pelotazo frontal de Fernando Belluschi, casi desde la mitad de la cancha, le sirvió a San Lorenzo para encontrar el camino al gol. Cerutti encontró una pelota suelta, la puso contra el piso, se tomó un tiempo más y mandó el centro para Angeleri, que sólo tuvo que poner la cabeza. En el área estuvo la diferencia. Y por eso el festejo se fue para Boedo.