Casi como una burla del destino, lo que siguió a la maravillosa noche del jueves en el Monumental -caño de Lionel Messi, zurdazo al ángulo, un grito de gol de casi 30 mil personas- fue la nada: un fin de semana sin fútbol en la Argentina por las PASO de las elecciones de medio término. Lo que venga en el corto plazo a partir de este lunes, cuando se inicie la fecha 11 de la Liga Profesional, puede ser incluso peor que este vacío de 48 horas: habrá que volver al torneo de 26 equipos, los estadios pelados, las pantallas con partidos que se vuelven difíciles de tolerar hasta para los más futboleros. La pausa, entonces, puede servir para pensar, para la reflexión. Un futbolista, un entrenador, un presidente, un director deportivo, un subcoordinador de inferiores, un árbitro, la Coordinadora de Hinchas, un videoanalista, un analista de datos, un periodista y un escritor dan su mirada desde su lugar y proponen soluciones para mejorar al fútbol argentino.
Que el suelo todavía es fértil y que asoman futbolistas de nivel es una coincidencia obvia. Todos los campeones de la Copa América debutaron en la liga argentina, menos Messi (Barcelona) y Emiliano “Dibu” Martínez (Oxford United). Las excepciones responden a una lógica: Argentina es la segunda industria más exportadora del mundo en materia de jugadores, sólo detrás de Brasil. El asunto recae en los contextos. En los últimos diez años, el país que más futbolistas argentinos recibió fue Chile: 678, según un informe de la FIFA. La volatilidad del dólar y los problemas económicos dejaron al fútbol argentino en una situación de debilidad regional, ya no sólo si se lo compara con Brasil o México, sino con Chile o Uruguay.
Luego de la derrota 4-0 de River ante Atlético Mineiro en Brasil por los cuartos de final de la Copa Libertadores y del 5-3 de Rosario Central ante Red Bull Bragantino en la misma instancia de la Sudamericana, el dato se repitió: es la primera vez en 15 años que no hay un equipo argentino entre los cuatro mejores de un torneo continental. Se lo exhibió como una prueba de la caída. Defensa y Justicia salió al cruce: fue campeón de la Sudamericana en enero y en abril ganó la Recopa ante Palmeiras. José Lemme, el presidente de Defensa, cuenta que mantener aquel plantel no fue sencillo por la cuestión cambiaria: ante el éxito, vender se vuelve sencillo, incorporar muy complejo. Los dirigentes repiten como un mantra: “Se gasta en dólares y se genera en pesos”. Pero los que analizan el juego observan una comparación injusta: la argentina está entre las diez ligas más seguidas en el mundo, pero es la de menor presupuesto.
La promoción de juveniles como una solución se volvió casi un lugar común en el fútbol argentino. En las últimas cuatro temporadas (Superliga 2018/19 y 2019/20, Copa Maradona 2020 y Copa de la Liga 2021) debutaron 394 futbolistas, según un relevamiento de la Liga Profesional. En comparación con las cinco ligas más poderosas de Europa, aún con menos partidos en juego por los calendarios cambiantes, hubo más promoción de juveniles en Argentina. Contrario a la idea generalizada de que emigran rápido, sólo el 15% de los debutantes fueron transferidos. Promover talentos no parece ser la única salida: uno de cada tres disputaron apenas un partido en la temporada del debut.
La pandemia y la anulación de los descensos parecen ser los principales motivos para la promoción de juveniles en masa. Esa mirada liviana no alcanza a la hora de evaluar a los entrenadores: ya son seis los equipos que los cambiaron en el torneo actual. En concreto, la pandemia y la anulación de los descensos, más la disparada del dólar, los estadios sin hinchas, los campos de juego en mal estado, el cambio constante de formato del torneo y la falta de figuras aparecen en las voces de los protagonistas cuando se plantea por qué cada vez se juega menos en el fútbol argentino y por qué hasta existe cierto desinterés en el futbolero medio. Pero no se quedan en la queja, la no acción: acá, ellos también proponen las soluciones.
La AFA debe proteger más a los clubes
Christian Bassedas, director deportivo de Vélez
Los culpables de que haya cierto desinterés somos nosotros. No le damos el valor que corresponde. Tendemos a creer que lo de afuera siempre es mejor. He estado afuera, y no siempre es así. Como hay más estrellas afuera, pareciera que el espectáculo vende más. Pero al que la rompe en el fútbol argentino le tengo el mismo respeto o más que al que la rompe en Europa. Habría que trabajar sobre el problema que tienen los clubes con hasta chicos de 15 años que se quieren ir o que te los roban. Entonces, el club tiene que pensar en hacer el primer contrato con un número elevado. Hay muchas reglas que no cuidan a los clubes. La AFA debería proteger aún más a los clubes, porque el fútbol argentino es riquísimo.
La frialdad de la pantalla da otra mirada
Eduardo Sacheri, escritor, hincha de Independiente
El hábito de ir a la cancha le devuelve a tu perspectiva con respecto al fútbol una cosa de inocencia, de entusiasmo y de ingenuidad casi infantil, y lo digo como descripción, no como crítica. Uno sabía todo lo malo, lo oscuro y lo necio del fútbol argentino, pero ibas a la cancha y te entusiasmabas, te contagiabas, y se contrapesaba con todo ese otro costado. Hoy, desde la frialdad de la pantalla -porque la frialdad tiene mucho de racional-, ves las cosas sin tanta idealización y emoción y, probablemente, con un sentido crítico un poco más adecuado. Eso influye en ese desencanto. Además se suma el hecho de que, con el dólar como está, los jugadores se te van y se te van, y eso, inevitablemente y definitivamente, se nota en el juego.
28 equipos emparejan hacia abajo
José Lemme, presidente de Defensa y Justicia
La pandemia cambió las costumbres, las rutinas. Y no sé si van a ser fáciles que vuelvan. Para los hinchas quizá dejó de estar esa motivación de seguir a su equipo. El fútbol bajó su nivel, pero eso se debe a un tema económico. En cada plantel hemos tenido que vender mucho. Incorporar no es fácil. Necesitamos que esta situación mejore también desde lo económico. Para mejorar los planteles necesitamos que el dólar se maneje más parecido a lo que los jugadores pretenden. También habría que mejorar algunas cosas propias del fútbol. Si hay 28 equipos dentro de la Primera, el nivel va a desmejorar, porque se empareja hacia abajo. Y eso es una cascada que sigue en las otras categorías.
La estética va de la mano del juego
Patricio Loustau, árbitro
Debido a la cantidad de ofertas del entretenimiento, la mirada que antes era exclusiva del fútbol hoy comparte la atención con muchas plataformas digitales. Cuando era niño, el fútbol era el protagonista indiscutible. No había otras distracciones. Yendo al juego y a mi función, debería haber una comisión de terrenos de juego. Como árbitro, muchas veces salimos a ver una cancha dos horas antes y vemos que no está en buen estado. Ya te das cuenta de que el nivel va a bajar porque la pelota no va a correr con la velocidad con la que se entrenó. También hay que mejorar la estética de los estadios, que sea atractivo a la vista para poder engancharte con los partidos, más allá del juego, que sin duda es lo más importante.
Faltan figuras, un jugador que atraiga
Vicente Muglia, periodista, especialista en el análisis del juego
Sin las excepciones que hay en cada torneo, es cierto que en los últimos años hay un bajón en el rendimiento de los equipos en cuanto a la competitividad. Este bajón en el nivel, esos partidos aburridos que a veces cuesta mirar los 90 minutos, es a los ojos del hincha común. Eso está atado a la falta de figuras, de jugadores distintos. Si vemos las formaciones de los grandes equipos de los 90 y principios de los 2000, notamos la cantidad de cracks y jugadores importantes, una diferencia con lo que vemos hoy. También hay pocos ídolos. ¿Cuál es el ídolo de Boca después de Tevez? El ídolo de River es Gallardo. El de Racing, Licha López, que no juega con continuidad. No está ese jugador que atrae a la gente.
La clave es fortalecer la competencia
Maximiliano Velázquez, subcoordinador de inferiores de Lanús
El desinterés lo relaciono con los diferentes torneos que se han ido jugando. En algunos, hasta ya empezados los campeonatos, nadie sabía cómo se definían, las zonas, la clasificación a las copas. Y el tema de los promedios es clave para fortalecer la competencia y llevamos un tiempo sin promedios. De esta manera, volvería a tener 20 equipos en Primera División y también en la segunda categoría. Eso las fortalecería. Estoy en un gran club con respecto a las juveniles. Creemos que han salido grandes jugadores y hay un proceso en camino para que salgan otros. Vemos un gran futuro para Lanús. Después, esto es fútbol: nadie asegura que un chico llegue a debutar y pueda soportar y ser regular.
Se vuelve injusta la comparativa
Matías Conde, analista de datos
Para la industria del análisis de datos, la Liga Profesional es atractiva. Está entre las diez ligas más importantes del mundo, con los presupuestos más bajos. Igual, nuestra competición tiene una demanda importante. Los constantes cambios de formato dificultan hacer comparativas y evoluciones para medir qué es lo que se está modificando en el juego y así poder tomar decisiones. Sin negar todos los problemas de contexto y estructura, hay una mirada interna del hincha que es un poco injusta. Una comparativa con las cinco ligas top europeas no tiene sentido. Algunas buenas noticias hay: una buena parte de la audiencia se muestra interesada en hablar del juego y profundizar el análisis.
Se trata de una cuestión económica
Hernán Lamberti, futbolista, mediocampista de Platense
La salida de los jugadores se la atribuyo a la situación económica del país, donde tenés un dólar que ni siquiera tiene un valor. La mayoría de los grandes jugadores tienen sus salarios en dólares y no tienen valores de referencia. Ante una oferta, se van. Si ponemos el ejemplo de Brasil, van a un fútbol súper competitivo con clubes fuertes. Lo vimos con los últimos jugadores que volvieron de Europa, como Diego Costa al Minero y Willian al Corinthians. Salvando las distancias, a nosotros se nos fue con el torneo empezado Nicolás Zalazar. Y se fue al Bursaspor de Turquía. La ida de los jugadores, y la no vuelta al fútbol argentino, es una cuestión económica. Las contrataciones van a ser difíciles en los próximos años.
El juego, más estudiado y más parejo
Mariano Costas, videoanalista de Huracán
Con la evolución táctica, más la implementación de la tecnología en el análisis, el juego se volvió cada vez más estudiado y parejo. No se deja nada librado al azar y esto genera que los partidos tiendan a ser más cerrados y se definan por detalles. Al fútbol argentino lo afecta la fuga de jóvenes a ligas extranjeras. Esto genera que ese lugar que deja un jugador con cierto nivel de calidad técnica sea reemplazado por otro que quizá no lo tiene. Multiplicado por todos los equipos, hace que baje el nivel general. A futuro, la salida es mejorar las divisiones inferiores. Las realidades económicas de los clubes no ayudan y se hace difícil acompañar a los chicos con todas las herramientas que se necesitan para la formación.
Somos animales de adaptación
Iván Delfino, entrenador de Patronato
El nivel del fútbol argentino ha bajado, se ha emparejado para abajo. La mayoría de los jugadores de “élite” que están ahora en el fútbol argentino son mayores de 30 años. Las nuevas camadas se han ido cortando. La pandemia también hizo que la gente se interesara por otros temas, como por su vida privada o por cómo encontrar el mango, y no tanto por el fútbol. Los argentinos somos animales de adaptación, y más los que venimos de abajo. El fútbol argentino, por más que se haya achatado, está entre los cinco de más competencia en el mundo. Y yo miro para atrás, para ver dónde estaba, de dónde salí, qué dirigí, y entonces le doy muchísimo valor a ser un entrenador de Primera en Argentina.
Los peligros de reproducir un discurso
Coordinadora de Hinchas del Fútbol Argentino
Entendemos que se baja un discurso permanente contra el fútbol argentino, diciendo que es aburrido o que no puede competir, con la intención final de instalar que las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) o los capitales privados como la única solución. Creemos que no es así, que el fútbol argentino tiene errores, es diferente, sufre la crisis económica, pero sigue dándole jugadores al mundo, con clubes competitivos en los torneos internacionales, con equipos del Ascenso y de las diferentes provincias del país que están a la altura de las competiciones, y que nuestros jugadores son los que nutren actualmente a la selección campeona de América. Y hay un fútbol femenino profesional que sigue creciendo.