Mientras Lionel Messi descansa en Rosario y se prepara para unas semanas de vacaciones después de haber levantado la Copa América, los medios españoles aseguran que el 10 y Barcelona llegaron a un principio de acuerdo para que el ídolo argentino continúe cinco años más vistiendo la camiseta azulgrana.
El capitán firmará un contrato por cinco temporadas, con una cláusula de rescisión de 600 millones de euros (709 millones de dólares), con una rebaja del sueldo a la mitad. Todavía falta la revisión de los abogados del jugador y del club, además el visto bueno de la LaLiga, que en los últimos días había dejado en claro que el Barcelona debía bajar la masa salarial de su plantel para estar dentro de las reglas.
El acuerdo entre Barca y Messi no es una sorpresa, pero sí la duración. Se especulaba con la posibilidad de que firmara por dos años y luego se marchará a la MLS estadounidense para terminar su carrera allí y continuar como un embajador del equipo catalán. Esta misma semana se podría anunciar el acuerdo que volvería a vincular al rosarino y al club de su vida, como él mismo lo definió, tras haber quedado libre el pasado 30 de junio.
Más allá de los detalles burocráticos, uno de los requisitos que había puesto Messi es que el Barca vuelva a tener un plantel que posibilite ser competitivo en la Champions League. Por eso la directiva de Joan Laporta hace equilibrio entre la búsqueda de refuerzos y el alivio en los números del plantel. Además de Messi, que en los papeles se lo considera un refuerzo, el Barca deberá adecuarse a lo que pide la LaLiga para que sus cuatro incorporaciones (Sergio Agüero, Memphis Depay, Eric García y Emerson) tengan autorización para jugar.