En Mendoza, en su debut en la Selección ante Uruguay, Lucas Pratto no pudo cerrar el círculo goleador que abrió su amigo y mentor Martín Palermo, hace ya seis años. En el Mundial de Sudáfrica 2010, el Loco fue el último 9 en marcar un gol con la camiseta Argentina, si no se tiene en cuenta a Gonzalo Higuaín, Sergio Agüero y Carlos Tevez. En la primera citación de Bauza como entrenador nacional, por distintos motivos, no apareció ninguno de estos tres nombres, que fueron una fija en los últimos años de Argentina, desde el retiro de Hernán Crespo en 2007. Higuaín no estuvo en la convocatoria porque pidió un descanso para poder aclimatarse a su nuevo club, Juventus, que pagó unos 90 millones de euros a Nápoli. Agüero, por un desgarro en el gemelo izquierdo.
Y los tiempos de Tevez con la camiseta de la Selección parecen ser parte del pasado, por más que Bauza haya dicho que tiene las puertas abiertas si recupera su nivel. Así, el recambio de los acompañantes de Lionel Messi, tantas veces pedido por los espectadores de la Selección y por parte de la prensa deportiva, se aceleró. Ante Uruguay -al igual que ocurrirá el martes ante Venezuela- jugó Pratto. E
n el segundo tiempo, lo remplazó otro debutante: Lucas Alario. Si se incluye a Alario y a Pratto, son 15 los centrodelanteros que jugaron desde que Hernán Crespo decidió dejar la Selección, luego de la Copa América en Venezuela 2007. Javier Saviola, Diego Milito, Lisandro López, Gonzalo Bergessio, José Sand, Hernán Barcos, Mauro Icardi, Franco Di Santo, Fernando Cavenaghi, Martín Palermo, Julio Cruz y Paulo Dybala. De toda esa larga lista, los únicos que convirtieron son Palermo gol ante Grecia, en el Mundial, y el recordado grito ante Perú, en las Eliminatorias, con la palomita de Diego Maradona en el festejo, entre otros- y Lisando López, en un amistoso ante Rusia, en 2009.
Más allá de su calidad como delantero, Agüero tiene la deuda de no haber rendido nunca en un torneo importante con la Selección: ni en las Copa América 2011, 2015 y 2016 ni en los Mundiales 2010 y 2016. Higuaín lleva el karma de las claras situaciones de gol erradas en las últimas tres finales que disputó la Argentina: el recordado mano a mano ante Alemania, en el Maracaná, y las dos chances ante Chile, que terminó levantando la Copa América el año pasado en su país y este año en Estados Unidos. Sin embargo, si se mira el horizonte de atacantes en Argentina queda claro que el aporte de Agüero, Higuaín y Tevez es mayúsculo, a comparación de los otros delanteros que tuvieron su chance en la Selección. Bauza le abrió las puertas a Pratto, Alario y Dybala. Alguno de ellos deberá romper con esa dependencia de los últimos años.