En el Minerao de Belo Horizonte, la Argentina mostró todos los estados posibles: arrancó con soltura con Leandro Paredes como eje, se fue desinflando al no encontrar espacios, se desmoronó cuando Richard Sánchez conectó el 1 a 0, se enchufó con el ingreso de Sergio Agüero y el gol -vìa VAR- de penal de Messi, volvió aplacarse con la salida de Lautaro Martínez y terminó como pudo, desarmado, sin juego ni frescura.
El arranque del partido fue con el dominio del juego y la pelota de los conducidos por Scaloni. Pero el control nunca pasó la mitad de cancha. Solo Messi pateó el arco en el primer tiempo con un tiro libre. En cambio, Paraguay llegó con Derlis González, con un corner y con el sablazo de Sánchez para irse en ventaja.
De entrada, en el segundo tiempo, la Selección se encontró con el empate en una situación inesperada. Martínez remató al arco y en el camino Piris metió una mano que detectó el VAR después de una larga evaluación. Messi lo igualó y Armani lo sostuvo al atajar el penal de Derlis González antes derribado por Nicolás Otamendi cuando la jugada se diluía. «Me saqué la bronca porque cada situación que nos crea el rival es gol. Era un momento decisivo», dijo el arquero sobre su salvada. Scaloni desarmó la recuperación cuando sacó al ex delantero de Racing y envolvió en confusión al equipo.
Y sus dirigidos lo sintieron. Ya no pudieron repetir lo poquito que habían mostrado en los primeros minutos del segundo tiempo. Se fueron desinflando hasta terminar partidos. Demasiados partidos. Aunque Paraguay también ayudó al replegarse y quedarse sin delanteros. Todo para la Argentina se definirá en el último partido, ante Qatar. Como si fuera una continuidad de Rusia 2018. De ese frenesí. La Argentina -ahora con otros protagonistas y otro conductor- parece replicar una parte de lo que sucedió el año pasado. «Tenemos que clasificar y vamos a dar lo mejor para hacerlo», dijo Lautaro Martíne, aún caliente por el empate y su salida, como para marcar el rumbo de los últimos 90 minutos del grupo y, tal vez, de la Copa América.