El proyecto para la construcción de un estadio shopping en los terrenos conocidos como Casa Amarilla empezó a peligrar luego de que la justicia porteña aceptara un pedido para anular la licitación ganada por el club Boca Juniors.
La Cámara de Apelaciones aceptó el pedido de la agrupación Boca Resiste y Propone, conjuntamente con el Observatorio del Derecho a la Ciudad, impulsores de la causa «Quinto Natalia Gimena y otros Contra Corporación Buenos Aires Sur S. E. sobre Amparo», para anular la resolución de primera instancia en la cual, el juez Pablo Mántaras declaró «inadmisible la acción colectiva interpuesta», que tenía como objetivo declarar la inconstitucionalidad y nulidad de la resolución que aprobó el llamado para la venta de los terrenos de Casa Amarilla. El fundamento para denegar el acceso a la justicia fue que los actores carecían de legitimación colectiva para plantear dichas violaciones de derecho.
Con el voto de los camaristas Fabiana Schafrik y Hugo Zuleta, se resolvió «revocar la resolución recurrida», y debido a la existencia de otra causa ligada al tema en debate, «remitir las presentes para su prosecución a la jueza Paola Cabezas Cescato, titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 11, quien deberá resolver si la venta respetó las leyes y la Constitución de la Ciudad o si los funcionarios intervinientes utilizaron artilugios legales para favorecer a Boca.
Las asociaciones que accionaron legalmente contra los planes de Daniel Angelici emitieron un comunicado señalando que ya habían denunciado la inconstitucionalidad y la ilegalidad de la venta de los terrenos conocidos como «Casa Amarilla» al Club Boca Juniors por parte del gobierno de la Ciudad durante la gestión del PRO, y la intención del club de construir allí un estadio Shopping.
En paralelo, y pese a que ya pasó más de un año de la compra, Boca no inició las obras propuestas y, según el pliego Único de Bases y Condiciones, del llamado a Licitación Pública por Iniciativa Privada Nº 7- CBAS-2015, que forma parte del Plan de Desarrollo y Mejoramiento Urbano «Casa Amarilla», estaría en falta y expuesto a multas con el riesgo de perder las tierras adjudicadas.
Según el punto 23 del pliego, el club de la Ribera tenía «90 días corridos para el inicio de las tareas incluidas en la propuesta. Por su parte, el punto 16 afirma que Boca perderá las tierras compradas si 36 meses después de firmado el contrato no cumplió con las obras prometidas.
Desde que el 25 de febrero de 2016 la Corporación Buenos Aires Sur (CBAS) le adjudicó esas tierras a Boca, luego de un llamado a licitación pública por iniciativa privada con condiciones muy favorables para el club de la Ribera: sólo se aceptaban propuestas presentadas por organizaciones no lucrativas con 10 años o más de existencia, con al menos 500 integrantes y con 10 años de antigüedad en la Comuna 4 y con un patrimonio neto igual o mayor que el 80 % del costo de los inmuebles más el valor de las inversiones. Como era de esperarse, Boca fue el único oferente.