Los Leones hicieron historia al conseguir la primera medalla dorada en la historia del hockey sobre césped para Argentina. Pero, como sucedió cuando Las Leonas ganaron la plata en Sidney 2000 y dieron el puntapié inicial de una explosión de la disciplina entre las mujeres que le permitió al combinado nacional mantenerse en la elite mundial durante más de 15 años, en el equipo de Carlos Retegui esperan que esto sea sólo la punta del ovillo.
«Ojalá esto sea el principio de grandes años para este deporte», deseó el capitán del equipo, Pedro Ibarra. Y el entrenador Carlos Retegui se encargó de dejar en claro cómo fue que se llegó hasta la gloria olímpica: «Esta medalla es de todo el deporte argentino, no sólo nuestra. Lo quiero compartir con la Secretaría de Deportes, con Camau Espínola que nos ayudó hace tres años y ahora con Mac Allister. También con el Enard, que no deja que nunca nos falte nada, y con la gente del Cenard. También, por supuesto, con los jugadores y mi cuerpo técnico».
Pero, más allá del camino pasado y el que viene, también está la felicidad del presente: «No sabemos dónde estamos parados, no caemos, estamos felices. Este equipo se lo merece, es un orgullo enorme. Sólo tengo palabras de agradecimiento», aseguró Ibarra, que también avisó que no se retirará: «Estuve muchas veces por dejar. A los 30 años, vine a Río a dejarlo todo. Pero esto nos llena el tanque para seguir adelante».