River comenzará el mediodía del martes, a jugar el «bonus track» de haberle ganado la final de la Copa Libertadores a Boca. Así llamó Marcelo Gallardo al Mundial de Clubes. Lo hará ante Al Ain, que será más local que nunca ya que la semifinal se jugará en esa ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, donde River se entrena desde el martes. Al Ain le ganó ayer 3-0 a Esperance de Túnez, sin mayores dificultades. Después de no haber podido ser local en la final de la Libertadores, el destino le tenía preparado un desafío más al equipo de Gallardo: la semifinal del Mundial de Clubes, el nivel anterior a la supuesta final ante Real Madrid, lo jugará en el estadio Hazza bin Zayed que, como ayer, estará repleto de túnicas blancas. O sea, de hinchas de Al Ain. Real Madrid, en tanto, enfrentará al Kashima Antlers de Japón el miércoles a las 13:30.
Todo el plantel de River y el cuerpo técnico estuvo presente en la cancha para ver a su futuro rival. En un partido con mucho clima futbolero (sobre todo por el color y el ruido que aportaron los tunecinos de Esperance) se llevaron un panorama de su rival. Los asiáticos venían de superar la primera ronda por penales, luego de empatar 3-3 ante Team Wellington, de Nueva Zelanda, en un partido que había comenzado perdiendo por tres goles. Si bien es el equipo que más títulos ganó en Emiratos Árabes Unidos (13 campeonatos) y tiene dos delanteros peligrosos como el brasileño Caio y el egipcio Hussein El Shahat, que juega para la selección de su país, Al Ain está por debajo del nivel sudamericano. De todos modos, el factor que deberá sortear River es el de la obligación por ganar.
En estos seis días que pasaron desde la victoria ante Boca en el Santiago Bernabéu el plantel millonario se repitió una frase: el partido del próximo martes será más difícil que la hipotética final ante Real Madrid. Es, desde luego, un lugar común de los tantos que aparecen en el fútbol. Pero en el caso de River esconde una verdad: al equipo de Gallardo le resultan más sencillos los partidos en los que hay demasiado en juego que los que, de antemano, parecen un trámite. A lo largo de estos cuatro años que lleva al mando sobran los ejemplos de partidos ante rivales débiles, como local en el Monumental, que terminaron en empate o derrota por el torneo argentino. La muestra que tiene más a mano el plantel millonario es la semifinal de 2015 ante Sanfrecce de Japón, cuando se impuso apenas por 1 a 0 con un gol de Lucas Alario cuando promediaba el segundo tiempo.
Para estos dos partidos del Mundial de Clubes, Gallardo recuperará algunos futbolistas que no pudieron estar en la final ante Boca. Rafael Borré, que había sido suspendido por acumulación de amarillas, y Nacho Scocco, que se recupera de un desgarro, podrán reaparecer. En el currículum de Scocco aparece un paso por Al Ain: jugó apenas 26 partidos en la temporada 2011/12. De todos modos, parece difícil que el ex Newell’s reaparezca como titular el próximo martes. Para el técnico que debe gestionar un plantel tan corto es un alivio recuperar esos futbolistas. La decisión de Gallardo parece ser que el próximo martes descansen Jonathan Maidana y Leonardo Ponzio, los dos referentes del equipo. Lucas Martínez Quarta y Borré serían sus remplazantes. «