Mía Gamiatea se convirtió este fin de semana en la cuarta jugadora de hockey trans en disputar un partido oficial femenino en esta disciplina, luego de que la Confederación Argentina de Hockey modificara su postura sobre el cambio de género en abril pasado. 

El debut fue el sábado pasado y con ella como titular, el equipo de la primera división “B” del Club Cruz Azul le ganó 3 a 0 al Club Siciliano.

“Este inicio es una batalla ganada, la próxima será que todas las chicas en el país puedan jugar; somos nueve y espero que en algún momento ninguna chica trans tenga un problema al ficharse”, dijo Gamiatea, quien mientras tanto estuvo jugando en una liga paralela y fundó un club de hockey amigable con la diversidad, denominado “Delfines Hockey” y que por ahora sólo tiene categoría masculina.

La joven de 30 años, explicó que de las nueve hockistas trans que hay en todo el país, sólo cuatro han conseguido autorización para integrar los equipos femeninos federados: Jessica Millaman en Chubut, Natalia Lazarte en Tucumán, Zaira Millaqueo en Bahía Blanca y ella misma en San Luis.

“Las otras cinco no pueden jugar en federación así que nos queda por delante seguir abriendo portones, porque son más que puertas las que estamos traspasando por ser las primeras”, agregó Gamiatea al referirse a los “prejucios” presentes aún en este deporte, que siguen asociando a las jugadoras trans con una “ventaja deportiva” en relación a los equipos que no cuentan con ellas.

La Confederación Argentina de Hockey dio a conocer en abril pasado un comunicado en el cual dejaba sentado que las mujeres trans podrán participar en todos los torneos y todas las categorías del hockey femenino argentino. 

La CAH aclaró que como entidad afiliada a la Federación Internacional de Hockey (FIH) adopta los lineamientos elaborados en la Reunión de Consenso del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre Cambio de Sexo, como parte del cumplimiento con la Carta Olímpica

Gamiatea explicó que las nueve integran la selección argentina de la Falgbt y como tal disputan torneos “amistosos” con equipos femeninos de todo el país, como el que tuvo lugar hace unos 30 días en Buenos Aires.

“Estuvimos en Buenos Aires, había padres mirando el partido y al final nos felicitaban los padres porque no cometimos faltas y jugamos ‘como un equipo de damas’. Pero eso es lo que como corresponde, lo demás es prejuicio”, contó.

En julio del 2016, Mía se presentó en el Área Diversidad de Género de la Secretaría de la Mujer para solicitar ayuda, ya que no le permitían ficharse en la Federación Argentina de Hockey.

La Secretaría de la Mujer tomó intervención en el caso, la acompañó con su reclamo y brindó el patrocinio legal, para que pueda disputar los torneos femeninos.

“Estoy cayendo de a poco, estoy súper feliz y llorando a cada rato, después de 16 años practicando hockey pude jugar de manera oficial”, subrayó la jugadora.

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