El próximo sábado, cuando salga a jugar ante Ecuador, en Goiania, por los cuartos de final de la Copa América, Lionel Messi por primera vez no saltará a un partido oficial como futbolista del Barcelona. Es que a partir de este jueves 1 de julio será un jugador libre: desde que firmó su primer contrato en una servilleta el 14 de diciembre de 2000, hasta las 00 de este jueves Messi tuvo un vínculo legal con el club catalán. Con el 10 embarcado en la aventura de la Copa América con la Selección, aún quedan pendiente cuestiones por revisar en la que podría ser la última renovación del rosarino con el Barca.
“Tranquilos”, respondió este miércoles por la mañana el presidente del Barcelona, Joan Laporta, a los periodistas que aguardaban en las puertas de las oficinas del club. Es que desde la novela del burofax, hace ya diez meses, que el contrato de Messi se volvió un tema central en la opinión pública española. “Esta noche queda libre”, es la tapa del diario madrileño Marca. Desde las 00 del jueves que el Barca no podrá vender camisetas de la próxima temporada con el número 10 y el nombre del argentino.
Aunque todo parece encaminado desde la asunción de Laporta todavía quedan cuestiones por resolver, como la cantidad de años por la que firmará el 10, que planea seguir vinculado al Barcelona como embajador deportivo mientras cierra su carrera en la Major League Soccer de Estados Unidos. Messi tuvo varios guiños al Barcelona en los últimos meses, como acudir a la votación o no iniciar negociaciones con otro club pese a que por contrato puede hacerlo desde enero. También los tuvo el club para con el 10, como la contratación de Sergio Agüero.
Pero lo que más preocupa al rosarino es que el Barca pueda volver a pelear en la elite continental, algo que no ha logrado en los últimos tres años. Metido en una feroz crisis financiera, al borde del tope que impone la Liga para las contratos de futbolistas, los culés buscan la manera de rearmar un buen plantel. Además de Agüero, llegaron Memphis Depay, Eric García y Emerson. La última temporada, Messi volvió a ser el goleador del campeonato español (30 goles en 35 partidos), superó a Pelé como el máximo artillero de la historia en un único club, y se convirtió en el jugador que más veces ha vestido la camiseta azulgrana por delante de los 767 partidos de Xavi.