En la página del plantel de Italia del mítico álbum de figuritas del Mundial 1990 estaba Gianluca Vialli. Abajo, en la zona de los delanteros. Pesaba 77 kilos y medía 1,80, según el registro de Panini. Era su segunda Copa, ya había estado en México 1986 y todavía jugaba para la Sampdoria, la escala previa a la Juventus, el club en el que se terminó de consagrar. Su carrera terminó este viernes, a los 58 años, después de haber luchado contra un cáncer de páncreas. El delantero murió en un hospital londinense, según informaron medios europeos.
En diciembre, Vialli había dejado el cuerpo técnico de la Selección de Italia para combatir la enfermedad. Pero su estado empeoró. Nacido el 9 de julio de 1964 en la ciudad de Cremona, se había casado con Cathyrn, en 2003, y tenía, dos hijas Olivia y Sofia. El cáncer se lo habían detectado en 2017 y pasó por 17 meses de sesiones de quimioterapia y una operación. Pero el maldito cáncer permaneció en su cuerpo.
Vialli fue un delantero excepcional. Marcó nada menos que 259 goles en 673 partidos. Con la camiseta del seleccionado gritó 16 goles en 59 partidos entre 1985 y 1992. Cremonese, Sampdoria, Juventus y Chelsea de Inglaterra fueron las cuatro camisetas que lució.
¿Títulos? También. Ganó cuatro Copas de Italia, dos Seria A, dos Supercopas de Italia, una FA Cup, una Copa de Liga inglesa, dos Recopas de Europa, una Copa de la UEFA, una Champions y una Supercopa europea. En Inglaterra, se dio el gusto de ser jugador y entrenador en los primeros seis meses de su etapa como conductor entre 1998 y 2000.
Su último trabajo fue en el cuerpo técnico de Italia como como jefe del seleccionado al lado de su amigo y entrenador Roberto Mancini. No pudieron clasificar a Qatar, pero en 2021 fueron campeones de la Eurocopa en la final en Wembley ante Inglaterra.