El Estadio San Nicolás se había transformado en el Julio César Villagra de Barrio Alberdi. Brown de Adrogué, el “local” a pesar de los más de 22.000 hinchas celestes, le ganaba 2-1 a Belgrano de Córdoba: apretaba “posponer” en el festejo por el ascenso a Primera. Pero aún debía soportar el tsunami, el “Minuto 68” en el que la hinchada de Belgrano se celebra, en el que recuerda la creación de Los Piratas Celestes de Alberdi en 1968, barra brava pionera en el fútbol argentino. Brown de Adrogué se hincó. A los 73 minutos, Pablo Vegetti, de penal, empató: 2-2. Y a los 84, Joaquín Susvielles clavó el 3-2, el gol que consagró campeón del Nacional a Belgrano tres fechas antes del final y que lo devolvió a Primera después de tres años y medio.
La remontada durante los minutos definitorios en San Nicolás fue acaso esperable: de los 44 goles en los 34 partidos de Belgrano en el torneo, casi el 60% (25) fueron tras el “Minuto 68”, es decir en los últimos 22 minutos (más el tiempo adicional). Y 15 de los 29 goles de local, en el Gigante de Alberdi: el 51%, más de la mitad.
En el “Minuto 68”, la hinchada de Belgrano explota con una canción: “¡Vamos, vamos, vamos Los Piratas/ La banda está alentando/ copa en todas las canchas/ solo pido que vayas al frente/ que juegue a lo Belgrano/ te lo pide la gente/ no se compara/ esta es la gloriosa primera barra/ es diferente/ vayas donde vayas estará presente!”.
Si Belgrano ganó el Nacional de punta a punta -en todo el torneo, ninguno de los 36 rivales lo superó en puntos-, el “Minuto 68” en Alberdi, también: en la primera fecha, el Pirata le ganó 1-0 a Atlético de Rafaela con un gol de Susvielles a los 75; en la tercera, lo dio vuelta ante Estudiantes de Caseros (2-1, Maximiliano Comba a los 88 y Mariano Miño a los 95); en la novena, contra All Boys (2-1, Ibrahim Hesar a los 87 y Diego Novaretti a los 93); en la 14°, venció a Almirante Brown (1-0, Miño a los 73). Una referencia: en los ocho primeros partidos de local, hasta la fecha 16 ante Flandria (2-0, Gabriel Compagnucci a los 94), sumó goles tras el minuto 68.
“El ‘Minuto 68’ nació desde Los Piratas Celestes de Alberdi como homenaje al año en que nace la barra, el 9 de julio del 68. La idea era hacer una puesta en escena. Y a pesar de ser una iniciativa que nació de la barra, se terminó extendiendo a todos, se convirtió en una marca identitaria no solo de los hinchas”, dice Nicolás Cabrera, sociólogo, hincha de Belgrano, autor de Que la cuenten como quieran. Pelear, viajar y alentar en una barra del fútbol argentino, y se explaya: “En todos los partidos se hizo algo referido al aliento: humo, banderas, fuegos artificiales, bengalas, telones, luces de colores, serpentinas, celulares, globos aerostáticos. Fue cobrando más relevancia cuando nos encontramos con que la mayoría de los goles fueron después del minuto 68. Es un claro ejemplo de cómo los hinchas juegan su partido y, definitivamente, influyen en el rendimiento de un equipo”.
La barra brava de Belgrano, detalla Cabrera, es particular: más allá de algunas diferencias circunstanciales, es querida por los hinchas, por los futbolistas, por los dirigentes. El club, de hecho, recibe el apodo de la barra. Los hinchas fueron primeros “Los Piratas” antes que Belgrano fuera “El Pirata”. “La barra tiene una presencia muy fuerte, una legitimidad social -dice Cabrera-. Y es aceptada por la comunidad de Belgrano”. Para el ritual del “Minuto 68” en Alberdi, Los Piratas organizaron diferentes colectas a lo largo del torneo. Cuti Romero, el defensor de la selección que llegó a los 12 años y debutó como profesional en Belgrano, donó una camiseta para un sorteo. La barra suele publicar en las redes sociales los ingresos y los egresos para los “Minuto 68”.
Marcos “Pichón” Gerbaldo es uno de los hinchas ideólogos. “Antes -cuenta- había que pedir muchos permisos para poder hacer celebraciones en la tribuna. A partir de este campeonato hay una nueva conducción en la popular y eso nos permite trabajar tranquilos”. Pablo Abínzano, otro hincha a cargo, también parte de Los Piratas Celestes de Alberdi, dice que les demanda dinero y trabajo: “Nos juntamos con todos los grupos del club: La Prefe, Cuentas Unidas, La Cuellar, Los Trapos, La 17 y Zona Norte, encabezados por Los Piratas. Hicimos un laburo en conjunto”. En marzo lanzaron “La colecta del millón”: en 68 minutos recaudaron 1.080.000 pesos. Más de una vez en el campeonato, los partidos se interrumpieron por la pirotecnia.
En febrero de 2021, Luis Fabián Artime -goleador histórico de Belgrano, con 94 goles- le había ganado las elecciones a Armando Pérez, exgerenciador. En San Nicolás, minutos después del ascenso, Artime dijo: “Nos jugábamos muchísimo. Dijimos que veníamos a belgranizar y a despertar a este gigante dormido”. Nunca nadie había ascendido en el fútbol cordobés como futbolista (1998) y presidente. El domingo, mientras celebraba el masculino, el equipo femenino de Belgrano goleó 6-1 a San Miguel en Alberdi por la B. Quedó a un triunfo, también, de ascender a Primera. Las Piratas están invictas desde que entraron a la C de la AFA en 2021. Fue el primer club de Córdoba y el primero de los indirectamente afiliados en sumarse al fútbol femenino de la AFA, en el marco de una política de género. Belgrano, que hasta firmó un convenio con Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de los nietos desaparecidos, volvió a ser un club: pasó los 50 mil socios, la cifra más alta en sus 117 años de historia.
En el decorado del “Minuto 68” que recuerda al nacimiento de la barra hay un equipo histórico de Belgrano: el que jugó el Torneo Nacional 1968 con los grandes de Argentina después de haber salido campeón invicto en Córdoba. En aquel Nacional fue el mejor club del interior. Y fue el primer equipo de Córdoba en competir en la máxima categoría de la AFA. Para muchos, el Big Bang de Belgrano. “En esa necesidad de organizarse para viajar y alentar por todo el país, nacen Los Piratas Celestes de Alberdi -relata Cabrera, que incluye el origen de la barra en Que la cuenten como quieran-. Una de las historias, no necesariamente la verdadera, dice que, a medida que viajaban, tenían la costumbre de saquear algunos almacenes de comida en el camino. Y que aparece una nota en un diario que habla de los hinchas como ‘piratas del asfalto’. Una parte de ese grupo adoptaría ese nombre”. Sea como fuese, el 68 es un número especial para Belgrano.