Los primeros aplausos del nuevo Comité Ejecutivo de la AFA fueron para una mujer. Los recibió María Sylvia Jiménez, presidenta de San Lorenzo de Alem de Catamarca desde junio pasado. Fue un gesto con el que, como dice, rompió el hielo. Liberó las tensiones de un ambiente que, hasta allí, era solo para hombres. En el arranque de la primera reunión del Comité, después de un saludo general, Claudio Tapia le dio la bienvenida y pidió un aplauso. En el tercer piso de Viamonte 1366, se convirtió nada menos que en la primera mujer en formar parte de la conducción de la AFA en su rol de vocal. «Tenía cierta incertidumbre acerca de cómo iban a reaccionar porque eran todos dirigentes de peso y con mucha experiencia. Fue un comienzo muy cálido y me sentí bienvenida», cuenta la abogada de 33 años que reparte sus horas entre las oficinas de San Lorenzo y las de su trabajo en la municipalidad de la provincia del noroeste.
¿Jugás al fútbol?
No, desde la práctica tengo cero relación. Hago CrossFit que es mi cable a tierra para desentenderme del día a día. Y nada más.
¿Cómo llegás al club?
En el 2014 empecé a involucrarme cuando San Lorenzo ascendió al Federal A porque modificaba distintas situaciones legales. Me dediqué a hacer los contratos de los jugadores, después sumé otras tareas y al final ya prácticamente manejaba la parte más operativa del club. El año pasado, Gustavo Saadi (expresidente del club y actual ministro de Gobierno de Catamarca) me pidió que le diera una mano, que me presentara como su remplazante y acepté el desafío. Tuve voces a favor y en contra. Es un ambiente muy machista en un club muy importante en la provincia que solo tiene a dos representantes en el Federal A (San Lorenzo y Unión Aconquija). Muchos no querían a una mujer como presidenta, pero llegué. Desde ahí comencé a trabajar fuerte con Pablo Toviggino. Hicimos distintas actividades en Catamarca y él me propuso para integrar el Comité de la AFA. Él y Chiqui (Tapia) conocen mucho el interior y saben que es fundamental que haya representación dentro de la AFA.
¿Qué aportaste en el club?
No hay mejor realidad que la que se ve. El club había estado desordenado y creo que las mujeres tenemos mucha capacidad para encontrar un orden. Siempre tenés gente que no te quiere pero hoy en día los resultados están a la vista. Les tapé la boca a los que no creían en mí y decían que una mujer no podía dirigir un club. Las críticas eran solo por el hecho de ser mujer. Me decían «¿qué sabés de fútbol» o «andá a lavar los platos». O cómo iba a estar una mujer a cargo de un club.
¿Cómo es tu rutina?
No estoy en casa en todo el día. No paro nunca. Pero me gusta, es un desafío. Mi novio (Roberto Chacón) me va a dejar. Solo me entiende y me acompaña porque es periodista deportivo. Si tuviese otra profesión, estoy segura que ya no sería mi pareja. En el trabajo como dirigente, me siento muy cómoda. Tengo una relación bárbara con el cuerpo técnico, que me explicó muchas cosas y me ayuda a aprender cosas que desconocía. Me gusta la cancha y el fútbol. Con el plantel tengo una buena relación. Pero saben que si tengo que sancionar por indisciplina, lo hago. Trato de estar lo más cerca posible, de ir por lo menos a ver los partidos fuera de Catamarca y tengo contacto permanente. Siempre he trabajado mejor con los hombres que con las mujeres. Soy muy obsesiva y a veces no es bueno porque me cuesta delegar y me saturo de tareas.
¿Qué valor tiene tu lugar en la AFA?
Es un gran orgullo y además es histórico. Para la provincia era impensado. Es un lugar importantísimo y la idea es trabajar para que crezca el fútbol del interior. La gran diferencia entre el interior, sobre todo en esta zona del norte del país, es lo económico. El Federal A insume muchos gastos, viajes y el día a día es difícil. El club como institución podría haber crecido mucho más si no estuviese en el Federal A porque gran parte del presupuesto se va en el fútbol. Una tarea pendiente es poder hacer crecer otras actividades dentro de la institución.
¿Qué áreas de la AFA te interesan?
Me gustaría estar en las cuestiones legales y en el fútbol femenino, que ha crecido mucho esta disciplina, hay que darle la importancia que merece, y desarrollarla.
¿Cómo afectó la crisis de la AFA en San Lorenzo?
Se sintió fuertemente. Por los incumplimientos en los pagos, no pude tener el plantel al día desde noviembre. El ingreso por la AFA es una de las tres patas importantes del presupuesto, junto al aporte de la Secretaría de deportes de la Provincia y de la municipalidad. Ese faltante hizo que no se pudiera pagar el sueldo completo. Por suerte, el plantel lo entendió y no hubo problemas, aunque con ese dinero hoy estaríamos al día.
¿Participás en espacios en los que se debaten cuestiones de género?
Sí, el mes pasado, por el Día de la Mujer, tuve muchas invitaciones. Participé en unas jornadas del Inadi para mujeres protagonistas de la provincia, por ejemplo. Siempre se arman muchas charlas, me invitan y me gusta participar.
¿Puede aumentar la representación femenina con tu llegada a la AFA?
Sí, el espacio de la mujer en el fútbol va a crecer. Después de mí van a venir muchas mujeres más, no solo en la AFA sino en los clubes. Hay muchas, pero sigue estando el prejuicio machista de que no se puede. Y sí se puede. Se recontra puede. «