El propio Enzo Francescoli, muy emocionado, apenas terminó el clásico que le daba la cuarta copa Libertadores a River, soltó ante el micrófono de la televisión. “Recién me abracé con Marcelo Gallardo y lo primero que me dijo es que tenemos mucho por hacer, que tenemos mucho por trabajar”.
La sentencia del uruguayo es clave: el entrenador más ganador de la historia de River, junto con grandes ídolos como Ángel Labruna y Ramón Díaz, que acababa de liderar un nuevo episodio glorioso, seguirá buscando nuevos triunfos.
Por lo pronto en pocos días intervendrá en su tercer Mundial de Clubes. Marcelo Daniel Gallardo no pudo conquistarlo como jugador en 1996, (la copa Intercontinental), ni como técnico en 2015. Fue parte del plantel que viajó a Japón en 1996 para jugar contra Juventus, tras ganar la Libertadores ante el América de Cali. Pero ese equipo de Ramón Díaz cayó por 1 a 0. En 2015 fue a Japón, ya como técnico, para disputar el Mundial de Clubes: enfrentó a Barcelona en la final: Messi, Neymar y Suárez marcaron el 3-0 para los españoles.
¿Será en Abu Dabi donde el principal rival que aparece en el horizonte es el Real Madrid?
Venía de debutar como exitoso técnico campeón en Nacional de Montevideo. Gallardo llegó como entrenador a River, justamente de la mano de Francescoli, el 6 de junio de 2014. Y después de haberla ganado en 2015, su objetivo fue volver a ganar la Copa Libertadores este año. Tuvo duros rivales en el camino como Flamengo, Independiente, Racing, el último campeón Gremio y finalmente Boca. Para colmo por una sanción de la Conmebol, y una reincidencia, no pudo dirigir el equipo durante los últimos cuatro partidos, en los que condujo desde el banco su alterno, Matías Biscay.
Pero finalmente logró la Copa y los títulos acumulados son los siguientes: Copas Argentinas 2016 y 2017, la Copa Sudamericana 2015, la Recopa Sudamericana 2015, la Libertadores de América 2015, la Suruga Bank 2015, la Recopa Sudamericana 2016, la Supercopa 2018, (frente a Boca, en Mendoza) y por supuesto, la Libertadores de América 2018, nada menos que en Madrid, en el Estadio Bernabeu, y también ante el equipo Xeneize.
Le dicen Napoleón, por su condición de estratega. Siempre sonriente, reflexivo, de mirada profunda. Cada vez más propietario de la historia más exitosa de River.