En el lanzamiento de la fórmula que encabeza Andrés Ibarra, y de la que forma parte como candidato a vicepresidente de Boca, Mauricio Macri cometió un fallido futbolístico al recordar «la rabona a (Mario) Yepes», una jugada que en verdad fue un caño de Juan Román Riquelme al defensor colombiano, entonces en River, por un partido por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2000.
«Y aparte lo hago (su regreso a un cargo en Boca) porque el que me convoca, Andrés Ibarra, espero nuestro futuro presidente, no es alguien que le va a hacer la rabona a Yepes, eso está fuera de discusión. Ni que tampoco le puede hacer un pase de 40 metros a Martín (Palermo) para que le meta el primer gol a Real Madrid», dijo Macri en un intento de reconocimiento al Riquelme-jugador, aunque refiriéndose -también erróneamente- al segundo gol en la Copa Intercontinental 2000.
El caño a Yepes inspiró libros como el de Diego Tomasi, autor de «El caño más bello del mundo».
Macri, en verdad, afirmó que su decisión de volver a la política de Boca responde a la necesidad de «no abandonar al club a la arbitrariedad, el autoritarismo y la prepotencia», como definió a la actual gestión de Riquelme, vice, titular del Consejo de Fútbol y uno de los mayores ídolos del club.
En una conferencia de prensa realizada esta tarde, el expresidente de Boca se comprometió a repetir «el ciclo más exitoso de la historia» que lideró entre 1995-2007 -pero que extendió con hombres de su confianza, como Daniel Angelici- y terminar con el «manejo discrecional» que reina actualmente en la institución.
«Riquelme suele decir que Boca es el patio de su casa y se maneja como si fuese así, pero Boca es una de las instituciones deportivas más grandes del mundo. Como está hoy, no tiene futuro y duele, por eso, cuando Andrés me pidió si lo podía acompañar, acepté», argumentó.
«‘Chanchi’ Riquelme maneja el club por decisión de Román y nadie sabe quién es, nadie lo votó», apuntó sobre el hermano del ídolo, quien es investigado por la justicia en una causa por reventa de entradas y asociación ilícita con miembros de la barra brava. «Hay un manejo desastroso de las entradas, se ve en cada partido con mucha gente colada, en los pasillos, en todos lados. Es realmente vergonzoso», señaló a su turno Ibarra, candidato a presidente por la oposición en las elecciones del próximo 2 de diciembre.
El exministro de Modernización durante la presidencia de Macri (2015-1019) abundó en ese sentido que una de las propuestas prioritarias de su gestión será la Bombonera Siglo XXI, a la que definió como «la verdadera y única solución para los miles de socios que hoy no pueden ir a la cancha». «Vamos a tener el estadio más grande de Sudamérica, con capacidad para 105.000 personas y será en La Boca, dentro del predio de Casa Amarilla. Para volver a estar entre los cinco mejores clubes, Boca necesita tener un estadio de primer mundo», asumió.
Macri recordó que su ciclo como presidente de Boca «fueron doce años increíbles, en los que se cumplieron todos los sueños». Al repasarlos, simplificó: «Ganamos 16 títulos, cuatro Copas Libertadores, dos Copas Intercontinentales y varias veces fuimos el número 1 en el ranking FIFA porque le ganamos a los mejores del mundo».
Macri, acompañante de fórmula de Ibarra en el puesto de vice primero, lamentó el desmanejo de Riquelme en su función dirigencial, tras evocar su decisión de «ir a buscarlo cuando jugaba en las inferiores de Argentinos Juniors» y de repatriarlo en 2007 «para volver a ganar la Copa Libertadores».
Consultado por las declaraciones del candidato a presidente por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, acerca de su disposición para ayudar a Boca de ser necesario, el líder político bromeó con que «ya tenemos arquero», en referencia al pasado deportista del libertario. «Javier nos ha encargado públicamente que recuperemos la alegría de la gente de Boca. Como muchos hinchas, quiere volver a ver una institución respetada y competitiva», contestó.
Ibarra informó que en los próximos días anunciarán «el nombre del futuro entrenador de Boca» en caso de ganar las elecciones, a la vez que adelantó que el Consejo de Fútbol, una figura implementada en la gestión Riquelme, «será disuelta en un minuto porque contamina el vestuario y le quita autoridad al técnico«.
«Estamos frente a una elección importante, clave para el futuro de Boca. Como oposición entendimos que no podíamos ir divididos porque el fin es recuperar la gloria perdida y volver a poner al club entre los cinco mejores del mundo», postuló sobre el armado de la lista, que estuvo a cargo de Daniel Angelici e incluirá al periodista y empresario Mario Pergolini.
«Hace falta mucha pasión, pero también muchísima gestión. Contamos con la experiencia, con los equipos y así como ya lo hicimos, lo vamos a volver a hacer. Sueño con el Boca del futuro, un club que recupere la mística ganadora, que sea modelo, moderno, transparente, con reglas de juego claras y poniendo siempre al socio en el centro de la escena», concluyó Ibarra sobre el final de la presentación.
Al salir de uno de los salones del Yacht Club, Macri eludió, con la ayuda del personal de seguridad, a la guardia periodística que lo esperó para recoger sus impresiones sobre el debate presidencial de anoche en la Faculta de Derecho.