Seis jugadores y dos miembros del staff en Los Pumas quedaron aislados en Australia por violación del protocolo sanitario anti Covid-19 y la Sanzaar, entidad organizadora del Rugby Championship, reaccionó con un duro comunicado en el que expresó su «decepción» por el comportamiento de los argentinos.
En su día de descanso, ocho miembros de la delegación visitaron el estado de Nueva Gales del Sur y al regresar a Queensland, sede del partido del sábado ante los Wallabies, fueron impedidos de ingresar por la normativa que rige en el país oceánico. Los jugadores implicados en el conflicto con las autoridades australianas fueron Sebastián Cancelliere, Joaquín Díaz Bonilla, Felipe Ezcurra, Pablo Matera, Santiago Medrano y Santiago Socino, al igual que el manager Lucas Chioccarelli y el analista de video Rodrigo Martínez.
Ninguno de ellos fue convocado por el entrenador Mario Ledesma para el último partido de la competencia, el sábado a las 4:05 en Gold Coast, donde Los Pumas buscarán sumar al menos un punto para no concretar la peor actuación histórica en el Rugby Championship, del que participan desde 2012. El entrenador Mario Ledesma prefirió no centrarse en el incidente hasta que no termine la participación argentina en el torneo: “Estaríamos equivocados si nos ocupamos ahora en por qué se hizo o qué pasó. La situación hoy es la que es”, asumió luego de dar a conocer la formación para enfrentar a Australia, el sábado desde las 4:05, en la sexta y última fecha del Rugby Championship.
La Unión Argentina de Rugby (UAR) emitió un comunicado en el que informó que los jugadores involucrados están “en perfecto estado de salud, alojados en un hotel de la zona, a la espera de que sea resuelta su condición”. El texto agrega que “por el momento, su única limitación es la imposibilidad momentánea de traspasar la jurisdicción estatal para volver a reunirse con el resto de los integrantes que permanece en Queensland”.
En su mensaje, en tanto, la Sanzaar aclaró que los infractores permanecerán aislados en el estado de Nueva Gales del Sur y que se unirán al resto de la delegación recién el domingo para regresar a Argentina. “Sanzaar está muy decepcionada por esta transgresión dadas las reglas claras que están en vigencia para garantizar la salud y la seguridad de todos los jugadores y los staffs, y en conformidad con todas las normas sanitarias relativas”, cuestionó la entidad organizadora de la competencia.
Este conflicto entre Los Pumas y la Sanzaar se produjo días después de la polémica por la ausencia de representación argentina en una foto promocional del torneo, de la que participaron los tres capitanes de los seleccionados restantes: Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. El viernes pasado, un día antes de jugarse la quinta fecha en la ciudad australiana de Townsville, Michael Hooper, líder de los Wallabies; Ardie Savea, de los All Blacks y Siya Kolisi, de los Spingboks sudafricanos, posaron con el trofeo del Rugby Championship pero no el capitán argentino, Julián Montoya, dado que Los Pumas no habían llegado todavía a la ciudad.
«Estamos dolidos. Somos el único seleccionado que hace dos años y medio juega de visitante. Lo único que pedimos es que nos respeten como nación y equipo. Si hay tres capitanes y falta uno, no hacés la sesión de fotos y videos», cuestionó Ledesma luego de la derrota ante los Wallabies, el último sábado. «No estamos pidiendo mucho. El año pasado cuando Sudáfrica se retiró (del torneo) venimos aquí e hicimos una cuarentena estricta. Estuvimos fuera de casa tres o cuatro meses y somos el único equipo que no ha jugado en casa por más de dos años (…) Siempre estamos viajando, nunca nos quejamos, pero sentimos que se nos trata con irrespeto», apuntó.
Al día siguiente, los organizadores asumieron el paso en falso en un comunicado: «Sanzaar y Rugby Australia desean disculparse ante Argentina Rugby por el error que condujo a que una fotografía fuera publicada por los medios sin la adecuada representación del Rugby Championship y en la que se omitió a Argentina», admite un comunicado de los directivos del torneo. Lo sucedido con el rompimiento de la burbuja sanitaria tensa la relación del rugby argentino con la entidad que agrupa a las potencias del hemisferio sur, que tiene firmada la participación de Los Pumas en el Championship hasta 2030.
En el grupo de rugbiers indisciplinados se encuentran el excapitán Matera y Socino, dos de los jugadores involucrados en el escándalo por viejos tuits racistas y discriminatorios, que estalló en diciembre del año pasado después de la polémica por el frío homenaje a Diego Maradona en la previa de un partido ante Nueva Zelanda, que realizó un reconocimiento más emotivo al astro argentino. Tras eso, en las redes sociales comenzaron a circular viejos tuits de jugadores de Los Pumas, entre los que también estaba Guido Petti. Aquello derivó en la pérdida de la capitanía de Matera, que pidió disculpas: “Sentí vergüenza. No podía imaginar que los había escrito yo. Fui a ver todo lo que había escrito e incluso los que no tenían ninguna connotación me avergonzaron. Vi hasta qué punto era inmaduro”.
Al igual que había sucedido en enero del año pasado, cuando un grupo de jugadores de rugby del Náutico Arsenal Zárate asesinaron a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche, la opinión pública puso su mirada en el ambiente de la pelota ovalada. La Unión Argentina de Rugby lleva adelante un programa llamado «Rugby 2030, hacia una nueva cultura», en el que busca reconocer, responsabilizar y resolver la conflictividad relacionada con el rugby en Argentina, buscando crear una nueva cultura acorde a estos tiempos, reduciendo la violencia en todos sus aspectos. El último episodio en Australia parece un paso atrás.