En La Plata, Diego Maradona provoca un terremoto en la cancha de Gimnasia. Vuelve al fútbol argentino. A más de 10 mil kilómetros, Christian Bragarnik, el representante que enlazó a Maradona con Gimnasia, se sienta tranquilo en un palco con Daniel Angelici. En el estadio de Elche, el local recibe a Lugo por la Segunda División de España. Bragarnik saborea con el presidente de Boca su inminente nueva función: gerenciador de Elche Club de Fútbol Sociedad Anónima Deportiva. No será el único argentino accionista de un club español: Antonio Caselli, tres veces candidato a presidente de River, compró a mitad de año Burgos Fútbol Club.
El revés en las PASO a Mauricio Macri, que impulsó desde su asunción como presidente en 2015 el desembarco de las sociedades anónimas deportivas (SAD) en el fútbol argentino, desvió a los privatizadores de clubes a otros destinos. La presencia de Angelici, el emisario de Macri que intentó horadar las posiciones en contra de las SAD entre los dirigentes de fútbol, responde a la búsqueda de un futuro después de ocho años en la presidencia de Boca. Y a la amistad con Bragarnik, quien pisó fuerte en el mercado europeo con las transferencias de Darío Benedetto (Olympique de Marsella) y Lisandro Martínez (Ajax).
Como marca su historia, Bragarnik aterrizó en Elche a través de la intermediación en la venta de un futbolista: el paraguayo Danilo Ortiz, presentado esta semana en el club español, jugó en Godoy Cruz, Racing y Dorados de Sinaloa, clubes en la órbita del empresario más poderoso del fútbol argentino. José Sepulcre, accionista mayoritario de Elche, busca un “socio inversor” que le permita elevar el tope salarial. Bragarnik ya participa en la administración de Unión La Calera y San Luis de Quillota en Chile. Y asesora en México a Xolos de Tijuana y Dorados de Sinaloa, clubes del Grupo Caliente, investigado por lavado de dinero del narcotráfico.
Lo de Caselli en España es diferente: lo que no pudo en las urnas lo resolvió con la billetera (y con la asesoría de Ramón Puerta, embajador argentino en Madrid y amigo de Macri). Caselli, hijo de un funcionario menemista y empresario inmobiliario, colocó como director deportivo a César Traversone, ex dirigente de River y representante de jugadores. El jueves, Traversone fue corrido después de que obligara a un entrenador de inferiores a poner a uno de los juveniles acercados por él a Burgos.
“Fue la gota que colmó el vaso -cuenta el periodista Ángel García Álvarez-. Traversone ha tenido problemas con la afición, con el cuerpo técnico, con los otros clubes de la ciudad de Burgos. Y los jugadores brasileños y argentinos que ha traído no tienen nivel para jugar en la División de Honor Juvenil. Nadie habla bien de él en Burgos”. En España, las SAD fueron creadas a través de la Ley del Deporte en 1990. El abogado Javier Tebas intervino en 23 clubes concursados. Y Tebas, ya presidente de La Liga, asesoró al gobierno de Macri, a quien conoció cuando Marcelo Tinelli gerenció Badajoz. Macri le cedió juveniles de Boca. Y Tebas manejó Badajoz con Tinelli entre 1998 y 2000. Otro argentino que gerenció a un club español mediante Tebas fue el empresario de espectáculos Daniel Grinbank: a Leganés, entre 2003 y 2004. Grinbank llevó sin contrato a 15 futbolistas argentinos y, cinco meses más tarde, dejó el club.
El repliegue en la introducción de las sociedades anónimas en Argentina se contrapone con el avance de Jair Bolsonaro a través del Congreso en Brasil, con el apoyo de la Confederación Brasileña de Fútbol. Como repitieron en Argentina los impulsores de las SAD, el proyecto brasileño no obligará a los clubes a dejar de ser asociaciones civiles sin fines de lucro, sino que aceptará el ingreso de capitales privados. Flamengo y Corinthians, los clubes más populares de ese país, ya se pronunciaron en contra.
La intención de que los clubes pasen de manos de los socios a empresas se vende como la profesionalización del fútbol brasileño, como pasó en Argentina. Y el proyecto no obliga, pero propone cargarle impuestos hoy exentos a las asociaciones civiles. “La actitud es diferente a la de la Ley de Pelé (1998), cuando la legislación intentó forzar la transformación”, escribieron los periodistas Martín Fernandez y Rodrigo Capelo en Globo Esporte. “Pero está en marcha un proceso que cambiará para siempre el fútbol brasileño. Todos los actores poderosos trabajan para que los clubes se conviertan en empresas”.
En Argentina, por el momento, es otra la historia. “Reacomodaron”, grafica un dirigente de fútbol con llegada al Congreso, y explica: “El macrismo está a la defensiva, aguantando. Las SAD generaban ruido y, en especial, sobre un alfil de Macri: Angelici. Iniciativas como esas quedaron cajoneadas. La retirada es más rápida de lo que pensaron. Se van con lo puesto y lo que pueden manotear”. Lo que sí saldrá en octubre es SAD, el documental. Lo dirige Federico Cogo, hincha de Racing que creció con Fernando Marín y Blanquiceleste Sociedad Anónima. “Sé en carne propia qué te quita una empresa: la vida social de un club, los deportes amateurs, la posibilidad de hacer política -explica Cogo-. Sólo te deja el fútbol. Y cuando deciden que no es más negocio, te dejan el fardo y agarrate».