La vuelta a los entrenamientos en el fútbol se producirá el próximo lunes 10 de agosto para la primera división masculina y el fútbol femenino, mientras el 2 de septiembre lo hará la Primera Nacional y el 7 de ese mes el resto de las categorías de ascenso, según aseguró el presidente de AFA, Claudio Tapia, al salir de la reunión en la Casa Rosada. “Estamos contentos. Ahora hay mucho trabajo por delante. Nos encontramos con una muy buena predisposición de parte del Gobierno Nacional, habíamos venido con la idea de comenzar con los equipos de la Libertadores primero y los demás acompañaban esta decisión. Pero nos encontramos con esta gran noticia de que, a partir del lunes y una vez realizados los testeos, puedan entrenar todos”, dijo Tapia, acompañado del presidente de Racing, Víctor Blanco, sobre la reunión de la que también participaron el ministro de Salud, Ginés González García, el de Turismo y Deporte, Matías Lammens, la futbolista y Directora Nacional de Juventud, Macarena Sánchez, y el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Tras 146 días de entrenamientos individuales y en sus hogares, los futbolistas volverán a acudir a sus clubes para practicar en grupos reducidos bajo las medidas que rige el protocolo que diseñó AFA y al que se le hicieron algunos retoques. Los testeos deberán realizarse las últimas 72 horas previas al retorno a las prácticas. El regreso del torneo argentino aún es una incógnita, aunque Tapia se mostro optimista: «No es una locura pensar en fines de septiembre». La fecha inmediata para que la pelota vuelva a rodar para los cinco equipos argentinos (Boca, River, Racing, Defensa y Justicia y Tigre, que está en la Primera Nacional pero igual tendrá permiso desde el 10) será el jueves 17 de septiembre, en la fecha que ya confirmó Conmebol para la Libertadores.
Este jueves habrá una nueva reunión en Asunción, en la que los equipos argentinos pedirán postergar esa fecha. Pese a la escalada de contagios en todo América Latina, la entidad sudamericana sigue firme en mantener el calendario, al punto que el lunes anunció que se hará cargo de los viajes chárter de los planteles. Con apenas cinco semanas de entrenamientos, a diferencia de lo que ocurre en otros países, donde todos los planteles ya están entrenándose y en algunos casos ya hay competencia oficial, los equipos argentinos, que aportaron finalistas en cuatro de las últimas cinco Libertadores, esta vez correrán en desventaja.