Daniel Angelici: «Necesito pedirte un favor, que hablés con los muchachos del Tribunal para que a los dos que echaron ayer no les den más de… Los necesito para jugar contra Vélez».
Fernando Mitjans: «Te cuento cómo es, el Tribunal está en receso y el presidente de la guardia soy yo. Es decir, cuando vuelvan de las vacaciones me tienen que respaldar mis muchachos. Yo pensaba en tres y dos fechas para que cumplan en amistosos y puedan jugar con Vélez, ¿entendés? Le tengo que dar un poco más a Marín que a Erbes, pero si le doy tres partidos, juegan».
Angelici: «Hablo con Sergio y Darío…»
La escucha telefónica se recuerda. El presidente de Boca negociaba con quien estaba al frente del Tribunal de Disciplina de la AFA, qué tan importante sería una sanción por la expulsión de dos jugadores xeneizes. El audio se dio a conocer en febrero, era de 2015. Conversaciones como esa seguramente hubieron decenas, pero en plena renovación dirigencial en la Asociación del Fútbol Argentino, se esperaba un impacto mayor. Nada ocurrió, o mucho, y lo cierto es que el poder del presidente de Boca, y del macrismo en general, no dejó de crecer en la calle Viamonte. Lo último en ese mismo sentido ocurrió este martes.
Primera reunión de la era Chiqui Tapia. Temario: aprobación del balance económico 2015-2016 y conformación del Tribunal de Disciplina para los próximos cuatro años. A pesar de lo trascendente del cónclave, todo se resolvió muy rápido y sin objeciones. Los números contables, $223 millones de pérdida y $57 millones de patrimonio negativo, aprobados por unanimidad. La elección de los miembros del Tribunal, un trámite más El representante de Boca en la reunión fue su vicepresidente 3ro, Darío Richarte, integrante de la ex SIDE durante la presidencia de Fernando De La Rúa, socio de Sergio Szpolski en el vaciamiento del Grupo 23 y el «Darío» mencionado por Angelici en la escucha (era miembro del Tribunal a principios de 2015).
Se resolvió anoche que Fernando Mitjans no sólo siga integrando el poderoso órgano colegiado de la AFA sino que sea su presidente. Y el elegido número dos es el camarista federal Sergio Fernández, reconocido hombre del círculo más íntimo de Angelici, también mencionado en las escuchas, y hermano de Javier Fernández, auditor general de la Nación, y prestamista de Szpolski. Así, el presidente de Boca amplía y consolida su poder en AFA por sus vinculaciones políticas y judiciales.