La temprana eliminación de la Argentina, el golpe de que el Mundial se haya ido rápido, en cuatro partidos y apenas una victoria, permite que miles de preguntas giren alrededor de la Selección. El vacío –la frustración, como describió Jorge Sampaoli– por lo que pudo ser y no fue en los días que faltan en Rusia hasta la final del 15 de julio en Moscú invita al desmonte. A la destrucción. A volver todo a foja cero. A que el dolor se lleve todo.
«¿Está decidido a dar un paso al costado o por el contrario se va a quedar a cumplir el contrato que firmó el año pasado?», fue la primera consulta que recibió Sampaoli con la derrota en Kazán todavía en las venas. «La frustración a veces genera el temple de las personas y el haber estado acá y haber elegido este lugar no me hace evaluar lo que propone», contestó el técnico de Casilda. Evitó la palabra «renuncia». Acaso exista un punto de partida. Un ensayo para reflexionar. Para rascar donde pica y también donde no. Un momento para pensar en las preguntas que nos hacemos todos. Para que el dolor se convierta en algo más.
¿Por qué se pide la renuncia de Jorge Sampaoli? ¿Por qué se exige otro proyecto si el actual cumple exactamente 13 meses?
¿Por qué el entrenador dejó a los dos 9 del plantel sentados en el banco para enfrentar a Francia? ¿Por qué cambió siempre, incluso cuando el juego le entregó algunas respuestas positivas?
¿Por qué Giovani Lo Celso, marcado como uno de los favoritos, se fue de Rusia sin siquiera haber jugado un minuto? ¿Hay futbolistas para pensar en un recambio? ¿La renovación llegará con Messi como líder o será parte del final de una época? ¿Cómo se trabaja la transición: con o sin los veteranos? ¿Eran históricos o estaban de vuelta?
¿Qué faltó para que la Argentina encontrará un funcionamiento? ¿Hubo un plan de juego en los 15 partidos de Sampaoli en la Selección? ¿Cómo Enzo Pérez conquistó al cuerpo técnico para torcer el lugar de desplazado y ser titular en tres de los cuatro partidos de la Argentina en Rusia? ¿Por qué Dybala nunca fue una opción?
Un equipo que tuvo tres entrenadores diferentes durante el camino a Rusia 2018 y que encontró la clasificación en el último partido de las Eliminatorias, ¿estaba para más? ¿Podía llegar más lejos? ¿Fue una sorpresa? ¿Al equipo lo armaron los jugadores? ¿Es real la idea de autogestión? Después de la victoria ante Nigeria, Sampaoli entregó su versión y dijo que «en la forma de conducir es muy importante la mirada del futbolista» y le dio valor a «la charla compartida en la conducción».
¿Si se va Sampaoli también cambia la estructura por la que se apostó en los seleccionados juveniles?
¿Por qué cada córner argentino lo pateó un jugador distinto, en general el que quedaba más cerca del banderín? Messi, Di María, Banega, Meza y Pavón se alternaron las ejecuciones, como si no hubiera una orden. Como si un obseso como Sampaoli no lo hubiese planificado.
¿Desde dónde se filtraron los audios de WhatsApp y los videos? ¿Quién estuvo detrás para viralizarlos? ¿Cuánto daño hicieron?
¿Por qué entre los integrantes del cuerpo técnico no hubo un psicólogo, capaz de ayudar desde lo emocional en una generación que arrastra la carga de tres finales perdidas?
¿Quién manda en la AFA? ¿Habrá cambios en Viamonte 1366? ¿Nace una disputa para que la Superliga también incorpore a la Selección bajo su estructura? ¿Por qué se pide la cabeza de Claudio Tapia cuando hace 13 meses fue votado en la AFA?
¿Por qué se habla de «fracaso», «catástrofe», «frustración», «vergüenza», «humillación» y «escándalo», valoraciones que habrían cambiado si la última terminaba adentro. «