Las llamadas dirigenciales. Las amenazas de poner juveniles. La presión de los voceros mediáticos que no se cansaron de repetir «se juega». La nueva metida de cola del gobierno al dictar una conciliación obligatoria. Ninguna de todas las presiones a las que fueron sometidos los futbolistas argentinos durante todo este jueves fue suficiente: los jugadores se mantuvieron firmes, decidieron sostener el paro por falta de pago y no saldrán a la cancha este fin de semana.

La decisión fue tomada en una asamblea en la sede de Agremiados de la que participaron representantes de todos los planteles, y fue conducida por el secretario general del gremio, Sergio Marchi. Y está sustentada en una justificación sencilla: a pesar de que el Gobierno anunció esta mañana que había girado el dinero correspondiente a la rescisión del contrato del Fútbol Para Todsos hacia la AFA, el depósito aún no apareció en las cuentas de la casa madre y ningún club pudo saldar las deudas con sus jugadores. 

Con menos de 24 horas para que se reanude el campeonato de Primera, ya no hay tiempo para llegar a un acuerdo que permita que los partidos se disputen con profesionales. De todos modos, los clubes todavía trabajan para lograr recomponer la situación: en una reunión en la AFA, los 30 clubes de Primera firmaron un acta en la que se comprometieron a armar un fondo solidario con parte del dinero que les corresponde cobrar para ayudar a las instituciones que tienen deudas (en total, serán cerca de 57 millones de pesos). 

Por lo pronto, por la cabeza de algunos dirigentes sigue rondando la idea de salir a disputar los partidos con juveniles para evitar la quita de puntos. Sin embargo, esa decisión debería estar avalada previamente por la AFA: por reglamento, los clubes están obligados a utilizar al menos 8 profesionales en cada encuentro que disputen.