Lloré mucho.
Es imposible que no se te caigan las lágrimas cuando “bajás” o cuando sale el tema. Es el duelo más grande que sufrió el fútbol mundial en toda la historia. Y es el homenaje más grande que se le haya hecho a un futbolista y bien merecido lo tiene por todo lo que hizo con una pelota y, sobre todo, por lo que hizo por los futbolistas. Siempre estuvo atento a cada detalle de todos. Por algo nos toca tan de cerca.
Un ser humano con todas las letras, al que lo juzgaron y lo seguirán juzgando por su vida, por cosas que no exceden a la vida de cualquiera. La obra de un ser humano es más fuerte que cualquier error que haya cometido.
Los futbolistas estamos de duelo. Para el fútbol va a ser un duelo larguísimo. Son conmovedores todos los homenajes, verles las caras a los jugadores cuando hacen el minuto de silencio. Lo que ha pasado es muy fuerte. El último grande que nos dejó fue Cruyff, pero el Diego supera todo. No lo quiero creer. Va a ser tan eterno que es difícil creer que ya no está.