Gustavo Alfaro debutó como entrenador de Boca y el equipo no jugó nada bien: cayó 2-0 ante Unión de Santa Fe en un amistoso en Mar del Plata, en el primer partido después de la final de la Copa Libertadores ante River. En 2006, Ricardo La Volpe también tuvo su primera vez como técnico de Boca. Alfio Basile se había ido a dirigir a la Selección en pleno torneo, y llegó La Volpe. Boca empató sin goles ante Godoy Cruz en la Bombonera por el Apertura, aquel torneo que perdería en una final ante Estudiantes de La Plata. En este adelanto de la entrevista que saldrá este domingo en Tiempo, La Volpe habla de la llegada de Alfaro a Boca, de César Menotti como director de selecciones nacionales y de Gerardo Martino, nuevo técnico de México, la selección que él dirigió de 2002 hasta el Mundial de Alemania 2006, antes de desembarcar en Boca.
-¿Cómo ves a Alfaro en Boca?
-Cuando vos dirigís ciertos equipos, tenés la obligación de atacar, como en Boca. Estás obligado a buscar todos los partidos los tres puntos. Eso es lo que va a tener que demostrar. Me acuerdo cuando fue a San Lorenzo. La impresión era que una cosa era dirigir tantos años a Arsenal y otra a San Lorenzo. Va a tener que cambiar ese chip, salir a proponer, a atacar, a ser protagonista. En Arsenal decís: “Me paro bien y contraataco”. Pero volvemos a lo mismo: la técnica y las características de la base de jugadores hará un sistema más ofensivo o defensivo.
-¿Te llamó la atención que Menotti haya decidido volver a la Selección como director deportivo a los 80 años?
-No. Tiene un estilo de juego por transmitir a todas las selecciones de abajo. Uno como director general tiene que reunirse con los técnicos y planear un lineamiento de trabajo, un sistema. Hay dos parados en el mundo: el 4-2-3-1, que es lo mismo que el 4-4-1-1, y el 4-3-3. Depende de qué idea tenga, si hay extremos habilidosos para desequilibrar en el mano a mano. El Flaco conoce a la perfección ese 4-3-3 porque el tiempo que estuvo en la Selección jugó así.
-¿Qué lugar ocupa en la historia del fútbol argentino?
-Como Bilardo, están dentro de los que lograron títulos con un estilo de juego, hicieron crecer a la Selección.
-¿Es especial para vos, como campeón del mundo con él como técnico en Argentina 78?
-Es de la ideología futbolística que me gusta: tratar bien la pelota, ser protagonista, el buen fútbol que siempre desarrolló y con el que logró equipos espectaculares.
-¿Qué es el menottismo?
-Siempre se dividió en Argentina a él con Bilardo, con la gente de (Osvaldo) Zubeldía. Siempre hubo esa diferencia para ver cuál era el mejor. Yo también tuve a Bilardo en San Lorenzo y lo vi trabajar en México 86. Bilardo es más sistemático en relación a lo que tiene que hacer cada jugador, y Menotti siempre fue más liberal, del crecimiento del jugador, de buscar jugadores con buen manejo más allá de la dinámica. Bilardo, en cierta manera, es más de buscar el jugador que recupera la pelota, del buen parado, de estar bien defensivamente. Menotti es al revés.
-¿Vos tratás de hacer un mix?
-Siempre analicé cómo me gustaría jugar, desde jugador. Busqué el protagonismo en mis equipos, la filosofía futbolística, pero sin dar ventajas, sin ser un lírico. Hoy dependés mucho de los resultados. Tenés que saber trabajar cuando tenés y no tenés la pelota.
-¿Qué trabaja un director deportivo?
-En mi época, tuvimos gente como (Ernesto) Duchini en la Selección. El tener un director deportivo es muy importante para la base de las juveniles, para poner a trabajar a los técnicos con una planificación y una misma idea, así cuando el de la Sub 15 pasa a la Sub 17 no tiene problemas y así hasta la mayor. Ese es el trabajo. Tenemos que defender el buen pie que tiene el jugador argentino. El mundo lo dice: generar no el jugador táctico, que tiene muy buena pegada y calidad, sino el 8 y 10 de ida y vuelta para jugar bien. El Flaco lo sabe. Él jugaba con Brindisi y Babington en Huracán.
-¿Cómo se vivió la asunción de Martino en la selección mexicana?
-Asume un reto muy fuerte. La prensa, la gente, quiere trascender mundialmente porque la liga es fuerte. Hay una inversión muy pareja en los equipos, no hay equipos chicos, digamos. Antes era el América, Chivas, Cruz Azul. Lo que él va a tener que lograr es el conocimiento de la liga mexicana, porque nunca dirigió. Su currículum es bárbaro, pero ahora tiene que ver con qué va a contar en México.