Este viernes se abre la temporada de fútbol en Europa, con la Supercopa, el partido que juegan el campeón de la Champions League (Bayern Munich) contra el de la Europa League (Sevilla), en Hungría. Será la primera vez que haya público en una competición europea desde marzo, justo cuando en el viejo continente se habla de una segunda ola de la pandemia. “No todo es normal, pero pronto será normal. Hace seis meses todo se paró, ahora estamos aquí. Debemos ser optimistas, el fútbol está fuerte. La Supercopa de Budapestserá un test piloto que nos servirá de aprendizaje”, aseguró Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.

En el Puskas Arena, con capacidad para 67 mil espectadores, habrá 20 mil lugares habilitados para ver esta final. Los clubes recibieron unas 3000 entradas para sus hinchas. Desde Andalucía solo viajaran unos 500. Desde Múnich partirán unos 1.300, luego de que 800 fanáticos que habían comprado su ticket decidieron devolverlo.


...
(Foto: AFP)


Quienes lleguen a Budapest deberán presentar un test PCR negativo realizado 72 horas antes del partido y no podrán pasar más de 48 horas en esa ciudad. Al entrar al estadio se les tomará la fiebre y deberán usar el tapaboca en todos los espacios comunes, aunque en sus asientos (separados por un metro y medio) el uso del barbijo sólo está recomendado.

Un test PCR vale unos 100 euros, por lo que el Bayern decidió pagárselo a sus simpatizantes antes y después del viaje a Hungría. «Creo que todo el mundo tiene un nudo en el estómago. El partido se va a disputar en una ciudad en la que la tasa de contagio es superior a 100 por cada mil habitantes, es decir, el doble que en Múnich. Es para tomárselo en serio», aseguró Karl-Heinz Rummenigge, presidente del club alemán. “Comprendo a los hinchas que cancelaron su viaje. Todos tenemos las informaciones que nos permiten decidir por nosotros mismos de manera individual. No criticaremos nunca a un hincha por no venir al estadio», dijo el arquero y capitán Manuel Neuer. Como el gobierno alemán considera a Hungría “zona de riesgo”, cuando los 1300 hinchas del Bayern vuelvan a casa deberán cumplir con una cuarentena. “El temor, la incertidumbre y la grave situación económica han podido con nuestra afición”, dijo José Castro, presidente del Sevilla.


...
(Foto: AFP)


Cuando los contagios están en alza en Europa, la UEFA apuesta por una prueba para el fútbol con público. A la final de este viernes algunos ya la llaman el partido del miedo. No es diferente a lo que ocurre en otros torneos continentales. En la Libertadores, este martes Flamengo jugó su partido en Ecuador pese a los intentos por suspenderlo porque tenía nueve integrantes de la delegación contagiados de Covid. Cuando pisó suelo carioca hubo nuevos testeos que arrojaron tres positivos más, entre ellos Rodrigo Caio, titular y capitán en el triunfo ante Barcelona. Más absurdo aun es lo que sucedió este miércoles en la Champions League asiática: la Confederación de Fútbol de Asia le dio por perdido los dos partidos al Al Hilal, último campeón, por no poder completar su nómina de 13 jugadores mínimos para un encuentro debido a tener más de medio plantel contagiado. Así, el equipo quedó relegado al tercer puesto del grupo B y quedó eliminado, mientras que Pakhtakor de Uzbekistán y Shabab Al Ahli Dubai pasaron a los octavos de final de la competición que se disputa bajo el método burbuja en Qatar.