Hace tres semanas la foto era la camiseta roja con el número 2020 en las manos de Julen Lopetegui Agote, con Luis Rubiales a su derecha y Fernando Hierro a su zurda. El lunes pasado, director técnico y el director deportivo de la Federación se instalaron junto a la delegación española en las instalaciones del FC Krasnodar Academy, en la ciudad que le da nombre al club, 1.340 km al sur de Moscú, a orillas del río Kuban. Este viernes, cuando en la Argentina den las 15, el equipo debutará en el Mundial ante Portugal. Pero sin Lopetegui y con Hierro en la dirección técnica.
Ese 23 de mayo, Luis Rubiales no había superado la semana al frente de la Federación Española de Fútbol, en remplazo de Juan Luis Larrea. Esperó que el entrenador definiera la lista definitiva con la que España jugará la Copa del Mundo para anunciar la renovación del contrato de Lopetegui por dos años más allá de Rusia 2018, es decir hasta que se disputara la Eurocopa 2020. Hierro, un ex zaguero, tan vinculado con la Casa Blanca al punto que jugó 576 partidos con su camiseta y obtuvo once títulos, nada menos, se mostró proclive la idea de que Lopetegui merecía un respaldo y de ahí el apoyo a la continuidad, más allá de lo que ocurriera en el Mundial. El Vasco había asumido entre el 21 de julio de 2016, luego de que Vicente del Bosque dejara su cargo.
Llamó la atención en toda España un video grabado anoche en el que se advierte a Lopetegui y a Hierro caminando en derredor de una de las canchas de entrenamiento del bunker español en Rusia, en una conversación que parecía ser muy tensa.
Efectivamente, pocas horas después, ese mismo atribulado dirigente que aparecía sonriente en la primera foto, ahora anunciaba una noticia bomba. Rubiales, ya instalado en Krasnodar, anunciaba: «Nos vemos obligados a prescindir del seleccionador nacional». Insistió en que se vieron obligados a tomar esa decisión, ya que “nos hemos encontrado con una circunstancia sobrevenida, con una negociación entre el Real Madrid y el seleccionador (Lopetegui) de la que nunca se informó a la federación”.
De urgencia, Fernando Hierro tomó la conducción del equipo. Exactamente a un año del día que dejó su única experiencia como técnico, en el Real Oviedo. Estuvo una temporada. Lo dirigió 38 veces: ganó tanto como perdió, 15 partidos.
El Madrid y su histórica manera de arrasar. Con su poderío y su soberbia. El periodista de El País, Diego Torres, de inmediato apuntó a la injerencia de Jorge Mendes, representante del técnico y de varios futbolistas del plantel seleccionado (De Gea, Rodrigo, Saúl y Diego Costa). Lo presenta como “el más poderoso del mundo”. Dijo que le venía insistiendo al entrenador, hace más de un año, mucho antes que Zineldine Zidane dejara su cargo, que su destino sería el banco de entrenador del equipo Real. “Lo cuentan fuentes de Gestifute, la empresa del agente portugués, y lo repiten admirados en el entorno del entrenador. Lopetegui, que sentía que no tenía el caché suficiente, reaccionaba con incredulidad ante lo que parecían bravuconadas. Pero Mendes se ponía serio y le recordaba que en la industria del fútbol, él era capaz de hacer que sucediera lo imposible. La evidencia estaba de su parte”.
Así fue. Surtió efecto la negociación secreta. ¿Secreta? La noticia se hizo pública mediante un comunicado del Real Madrid. Y el propio entrenador se lo comunicaba, casi en ese mismo momento, a sus jugadores. José Ángel Sánchez, director general ejecutivo madridista, representó a Florentino Pérez, el presidente del club. Carlos Bucero es la mano derecha de Mendes, Fueron los que llevaron a cabo las gestiones. La Federación tardó apenas dos horas en replicar. La relación entre Rubiales y Florentino Pérez era estupenda hasta ahora. El futuro dirá cómo sobrellevan este episodio.
Torres aporta un dato de la rescisión del contrato: “Fue previo pago de dos millones de euros de una cláusula sorprendentemente baja. El sueldo de Lopetegui ronda los tres millones de euros brutos y las cláusulas liberatorias, por norma, nunca son inferiores”. Algunas versiones aseguran que Lopetegui no acuerda del todo con el modo en que su representante concluyó la negociación. Pero ya es demasiado tarde.
Mientras, en España, esta situación no hizo más que alimentar la grieta. Los madrilistas están felices. Incluidos los jugadores del Real Madrid que permanecen en el bunker español en Krasnodar. Le dieron la bienvenida doméstica a Lopetegui y hasta intentaron gestionar, infructuosamente, que quedara al frente de La Furia. La otra vereda, repudia la acción. Por caso, José Sámano, también de El País, de España, quien aseguró: “A dos días de un Mundial no se puede arriesgar a ser un pirómano en la que aún es su casa. A los técnicos se les tiene por líderes y el último ejemplo que debieran dar es anteponer su yoísmo al grupo”.
Finalmente, muerto el rey, viva el rey. Consumado su alejamiento de la selección, Lopetegui se mostrará sonriente en uno de los palcos del estadio Santiago Bernabeu, en su presentación como nuevo conductor táctico del Real. Será este jueves a las 19 de Madrid, casi a la misma hora que en Rusia comience formalmente la Copa del Mundo. Un día antes que juegue su ex equipo.