Diez peritos oficiales y otros tantos propuestos por las partes darán inicio este lunes a una junta médica interdisciplinaria que será clave en la causa en la que se investiga la muerte de Diego Armando Maradona para definir si la pérdida del Diez se pudo haber evitado, si hubo mala praxis, qué rol le cabe a cada uno de los siete imputados.
Más allá del ruido mediático, de los cruces en redes sociales y de los audios que trascendieron en un documental producido por el portal Infobae, la junta médica es la medida que esperan los fiscales para citar a declaración a indagatoria a los siete imputados que fueron notificados como sospechosos de un posible «homicidio culposo», y no descartan que, a partir de sus conclusiones, que se aguardan para abril, se sumen más acusados al expediente. Hasta ahora, los siete profesionales de la salud imputados en la causa son el neurocirujano Leopoldo Luque (39); la psiquiatra Agustina Cosachov (35); el psicólogo Carlos Daniel «Charly» Díaz (29); los enfermeros Dahiana Gisela Madrid (36) y Ricardo Omar Almirón (37); la médica coordinadora Nancy Forlini (52); y el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni (40). Los abogados Matías Morla y Víctor Stinfale, principales apuntados por la opinión pública, aún no forman parte de los imputados.
El equipo de fiscales coordinado por el fiscal general de San Isidro John Broyad, notificó la semana pasada los 24 puntos de pericia que los expertos deberán contestar y le dieron a las partes una semana para nombrar sus propios peritos y proponer preguntas. Cuál era el estado cardiológico de Maradona, si sus médicos debían conocerlo, si estaba bien o mal medicado, si la casa del barrio San Andrés de Tigre donde falleció el 25 de noviembre pasado era el lugar adecuado para una internación domiciliaria y si el equipo a cargo de su salud aumentó, por sus acciones u omisiones, los riesgos para el «10», son los ejes de las 24 preguntas de la fiscalía.
De los diez peritos oficiales, los cuatro primeros son los médicos legistas que practicaron o presenciaron la autopsia: el director de Medicina Legal de la policía bonaerense, Carlos Cassinelli; el jefe del Cuerpo Médico de San Isidro, Federico Corasaniti; el jefe de la morgue de San Isidro, Agustín Grimoldi Vázquez; y el jefe de la morgue de La Plata, Javier Grubisa.
Los otros seis médicos son especialistas en distintas disciplinas: el cardiólogo Gustavo Di Niro, los psiquiatras Enrique Gallego y José Luis Covelli, el toxicólogo Carlos Damin, el nefrólogo Hernán Trimarchi y el hepatólogo Fernando Cairo.
Diego murió a los 60 años el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre donde transitaba una internación domiciliaria que está bajo investigación. La autopsia determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
En los audios -conversaciones privadas que están en la causa judicial y se filtraron a la prensa- se habla de consumo recurrente de marihuana y alcohol y hay un trato hacia Diego que produce escozor. A raíz de eso, y con promoción de las propias Claudia, Dalma y Giannina, el 10 de marzo, en el Obelisco, habrá una convocatoria para pedir justicia. “Que sea en paz y con barbijo”, piden.