“Él nos hizo correr más que los alemanes y tocar como los brasileños”. En una oración, Diego Maradona celebró la vuelta de César Menotti a la AFA, 37 años después, como director general de selecciones. Menotti entrará en funciones el viernes, y la primera revisión del proyecto 2018-2028 que presentó el año pasado Claudio Tapia será después de la Copa América de Brasil. Así está previsto en las 172 páginas del “máster plan”, como le gustan llamarlo entre los dirigentes de la AFA. Argentina debutará el 15 de junio ante Colombia en Salvador de Bahía, con Lionel Scaloni como entrenador y, esperan todos, Conmebol incluida, con Lionel Messi en la cancha. Después jugará ante Paraguay y cerrará el grupo con Qatar. Tapia y Menotti evaluarán la gestión de Scaloni y entonces decidirán: si no continúa, el apuntado es Marcelo Gallardo, “el mejor técnico del fútbol argentino”, como dijo el presidente de la AFA. Es decir, un entrenador mucho más menottista que cualquiera que integre el numeroso staff de las selecciones argentinas. La Copa América será la primera circunstancia de la que saldrá una definición de la pareja que formaron Tapia y Menotti.
Las Eliminatorias al Mundial de Qatar 2022 comenzarán, finalmente, en marzo de 2020. En sus nuevas funciones, Menotti tendrá que ser, además de un encantador de futbolistas, un encantador de entrenadores. No sólo por el hipotético caso de ir a buscar a Gallardo. También para delinear el trazo grueso de cómo van a jugar las selecciones, para bajar línea, para orientar sobre la idea madre. Para no ser, en resumidas cuentas, una figura decorativa, como lo fue Carlos Bilardo cuando ocupó ese cargo, entre 2008 y 2014. La misión, en el “máster plan” a diez años, es simple. Se lee: “Ser la mejor selección nacional de fútbol siendo reconocida mundialmente”. Una de las “amenazas”: “La falta de credibilidad social fundada a partir del pasado reciente”. El plan incluye crear ocho centros de desarrollo a lo largo y ancho del país. Algunas curiosidades: aclara que hay que respetar valores como decir “buenos días, por favor, permiso, gracias”, invita a los jugadores a firmar autógrafos, aparecen frases motivacionales sacadas de los principios de la selección de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks: “No eres dueño de la camiseta, sólo un guardián cuyo trabajo es dejarla en una posición mejor de la que la encontraste”. En ese sentido, Menotti sobrevolará un plan que no escribió y al que llegó último.
“La Selección es de todos y espero que estos seis meses sean igual que los anteriores. Es un placer que llegue Menotti. Por momentos me emocioné, porque que él venga a aportar, genera eso”, dijo Scaloni en el sorteo de la Copa América en Río de Janeiro. “Es gente que le dio mucho al fútbol argentino y que se sume es una alegría enorme, que pueda venir acá a colaborar, a hablar con los chicos. Es palabra mayor, como mucha otra gente que sirve y que se puede sumar”, agregó Diego Placente, DT de la Sub 15, en el predio de Ezeiza, ese que conoció Menotti recién el año pasado, muy poco antes de la presentación con Tapia a su lado. En sus últimas experiencias, frente a las divergencias, Menotti tuvo pocas pulgas con los dirigentes. Hasta criticó a Tapia en privado por la posible puesta en marcha de un predio de la AFA en Marbella. Pero la pareja luce firme. “Voy a dejar los últimos años de mi vida en la Selección”, les dijo Menotti a sus amigos en la confitería Saint Moritz, cerca de su búnker ideológico-futbolístico de la calle Paraguay, en pleno microcentro.
Antes de la conferencia de presentación, Menotti se reunió con Scaloni, Pablo Aimar, Roberto Ayala y el resto de los integrantes de la Selección mayor. “Hoy el técnico de Argentina es el que está -ratificó después-. Y es el que toma las decisiones. Después consensuaremos, le diré las cosas que no me gustan, pero no vengo ni con un técnico debajo del brazo, ni con ayudantes, ni con espías. No voy a interferir en sus decisiones. No vengo pensando más allá que la semana que viene. Después, cuando termine este contrato, nos sentaremos”. Menotti insistió en un concepto: fortificar la relación entre el futbolista y la gente, deseó que la Selección deje de tener “espectadores” y sume “público”, y en ese camino colocó al juego como fin último: correr como los alemanes, tocar como los brasileños.
En Ezeiza citó al escritor José Ingenieros. Esta vez no sacó al filósofo José Ortega y Gasset, que, en síntesis, dijo que la vida es uno y sus circunstancias. “Las circunstancias -escribió Ortega y Gasset en La rebelión de las masas (1929)- son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter”. A mitad de año, la primera circunstancia de la Selección es la Copa América. La vida es la de Menotti, que a los 80 años volvió a la AFA. Las circunstancias tal vez lo pongan en la situación de tener que elegir un nuevo entrenador.