Juan Román Riquelme estaba muy sonriente. Fernando Gago un poco más serio. El presidente se sentó a la izquierda del nuevo entrenador, lo presentó formalmente y, luego, lo dejó sólo en el estrado. Una pantalla gigante detrás suyo iba y venía con una frase: “Bienvenido Fernando Gago”. Desde ayer, oficialmente, Boca tiene una nueva conducción técnica encabezada por Pintita, un ídolo del club en las canchas, quien ahora llega con una nueva responsabilidad.
Gago, lo que primero que dijo fue que llega con “muchas ganas de lograr algo importante”. Prosiguió admitiendo que su deseo de regresar al club no es nuevo y que esta oportunidad lo encuentra en que “un muy buen momento personal”.
Recordó que conoce el club como la palma de su mano. “Estoy de los 9 años. Sé muy bien cómo se manejan las cosas en Boca”, en referencia a la caja de resonancia que tienen los acontecimientos en la entidad, ya sean deportivos, o no. Pero una y otra vez cada caso reitero su emoción por el lugar que ocupará y reafirmó su consideración por el club de La Ribera: “Boca me hizo creer como persona”.
Durante el transcurso de la presentación, reiteradamente, se le consultó sobre su estilo de juego y la supuesta contradicción entre la historia de “garra xeneize” y el juego atildado que pregona él desde que es entrenador, ya sea en Aldosivi de Mar del Plata, Racing de Avellaneda, o Chivas de México. “Estilo de juego que quiero es el estilo de Boca cuando salió campeón. Es necesario un equipo que juegue bien. Tengo mi idea. Confío en ella”.
Insistió luego: “Quiero un equipo que va a querer tener la pelota, que va a atacar y que va a buscar los partidos (…) Quiero un equipo protagonista, quiero que sepa dónde debe y quiere jugar los partidos”. Y agregó: “Que tenga intensidad para la presión y siempre tener la pelota”
Aseguró asimismo que su idea varía: “Como entrenador se cambia constantemente”.
Sobre los referentes del plantel como Cavani, Rojo y Chiquito Romero sólo aseveró: “Me da igual si es referente o no. Si se entrena, el que esté bien, va a jugar…”. E insistió: “Creo muchísimo en los jugadores”.
Respecto de la polémica que se desató con su club mexicano, con el que interrumpió la relación contractual, aseguró: “Estoy bien con mi actitud. Me llamaron el martes pasado… El que me quiera creer… Sí, claro, todo este tiempo antes (que le ofrecieran regresar a Boca) estuve pensando que respondería si me llamaban. Y me di cuenta que la respuesta sería muy fácil, el sí…”
Finalmente negó haber hablado con Leandro Paredes para que aceptara jugar en Boca, en un futuro próximo. “Lo mejor es lo que tengo acá…”, afirmó. Aunque dejó la puerta abierta que podría hacerlo en un futuro.
Hasta que volvió Riquelme, esta vez con una camiseta de Boca y se la entregó a su nuevo entrenador. Los dos sonrieron ampliamente después del abrazo.