Entre las calles de tierra y los frondosos árboles al costado del camino, emerge una historia de resistencia contra el conglomerado de medios más poderoso de la Argentina. A casi 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a menos de 10 minutos de viaje desde la basílica de Luján, se encuentra la sede de Pares TV, canal de televisión abierto, gratuito y comunitario que disputa el sentido de la comunicación y mantiene vigente la pelea por la televisación gratuita del fútbol local. De esa forma transmitía a Flandria hasta que en 2019 fue censurado por Trisa, sociedad anónima perteneciente a Clarín. “Es importante visibilizar este caso porque da cuenta de cómo funcionan las empresas concentradas en el país”, dice Lucía Maccagno, realizadora de En la cancha, documental que refleja el recorrido y las dificultades del medio autogestivo.
La obra de 55 minutos comenzó siendo la tesina de Maccagno para recibirse en la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Al avanzar con los primeros registros, que comenzaron en 2019, se dio cuenta que el material podría ampliarse para convertirse en un documental. Como tantas otras cosas, el maldito bicho le puso un freno: el 2020 quedó anulado y retomó la filmación de las entrevistas el año pasado. «Al ser una disputa que se da alrededor del fútbol -analiza-, el espectador empatiza más fácilmente. El fútbol lo vuelve más atractivo y sirve para contar que detrás de este caso están las empresas concentradas en términos de medio y hay un problema con el derecho de las audiencias».
El conflicto comenzó cuando Trisa, dueña de los derechos de televisación del Ascenso, intimó a ParesTV para que abandonase las transmisiones. De inmediato, el canal de Luján se amparó en el artículo 77 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para continuar con las transmisiones de Flandria. Se trata de la norma que garantiza el acceso libre a los eventos de interés relevante, como fueron declarados para esta zona los partidos del equipo de Jáuregui en 2015. A pura presión y amenazas, la empresa del Grupo Clarín logró sacar de la pantalla a ParesTV. «De repente viene un multimillonario y te dice que no trasmitas más», describe Diego Gusmerini, director del canal cooperativo.
El medio nació en 2009 con el objetivo de difundir contenidos locales con un informativo diario, de lunes a viernes. Después apareció la idea de trasmitir deportes durante el fin de semana para atraer audiencias. Así empezaron a seguir las campañas de Luján y Flandria, equipo que cautivó mayor interés al ascender a la Primera B Metropolitana. Rápidamente se convirtió en el motor de la emisora. Hoy sucede todo lo contrario: lo subsidian con tareas o eventos alternativos, como la producción de streaming. De todas formas, el equipo periodístico de ParesTV está en cada partido de Flandria. Las transmisiones consisten en relatos y comentarios sobre una única imagen: una placa negra. “Aún cuando no se puede ver, es por lejos el contenido con más audiencia. En la final, por ejemplo, lo escucharon 13 mil personas», cuenta Gusmerini, sobre la definición ante Colegiales con la que el Canario logró el ascenso a la Primera Nacional. Pero la censura de Trisa les impide comercializar el espacio, un golpe también para la economía del medio comunitario.
«El documental -dice Gusmerini- cuenta muy claramente cómo se da el hostigamiento de la empresa más poderosa del país. Pone en evidencia la desigualdad entre los grupos concentrados y el resto de los canales que hacemos un esfuerzo enorme por sostenernos». Maccagno cuenta que esa energía se refleja en la relación de la comunidad con la emisora y los contenidos de cercanía que difunden. «Me sorprendió el reconocimiento al laburo de ParesTV. Reconocen al canal en general por el tipo de pantalla que construye, con la presencia de vecinos y vecinas del barrio», explica la realizadora e integrante de BarricadaTV.
En la cancha se estrenó en el Festival Internacional de Documentalistas Argentinos 2021. También se proyectó en Luján y este año habrá una presentación especial: se pasará en Flandria cuando empiece la Primera Nacional, la categoría a la que acaba de ascender. Es un momento histórico para el equipo. Para ParesTV tiene un efecto negativo: los costos de producción de cada partido serán muchos más altos -hay que viajar por el país- sin poder ser comercializados. «Con una pequeña resolución podríamos volver rápidamente a transmitir los partidos. Se trata de reponer la resolución de 2015 en la que se declararon como eventos relevantes», explica Gusmerini.
Si llega ese momento, si se le restituyen los goles de Flandria a ParesTV, si se aplica el artículo vigente de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, acaso el documental estará completo. Aunque el objetivo, dice Maccagno, ya está garantizado: «No quería contar la historia de un fracaso, sino de la resistencia y del rol social del medio».