El club dio a conocer la decisión a través de un comunicado en el que atribuyó la suspensión a “las restricciones impuestas por el Ministerio de Seguridad del gobierno de la Ciudad”. Sin embargo, la administración porteña se había limitado a solicitar que ingresara “la cantidad de gente permitida” para el desarrollo de un partido normal. Miles de hinchas y simpatizantes ya habían retirado sus entradas.
En Boca no son días tranquilos, se viven los coletazos de Madrid. El 31 de diciembre, cuando Guillermo Barros Schelotto termine el contrato como entrenador de Boca, Angelici no se lo renovará. Tal vez se den un apretón de manos y se deseen suerte. Lo concreto es que en estas horas posteriores a la derrota de Boca ante River en la final de la Copa Libertadores en Madrid se abrió un pase de facturas entre la dirigencia y el cuerpo técnico, lo que pone la situación -ahora sí- en un punto de no retorno. La imagen final será la de Guillermo al borde del llanto en el Bernabéu. Un ciclo en el que ganó el bicampeonato pero cayó en dos finales con River y en otra instancia decisiva como local por la Copa Libertadores. Antes de este fin se semana podría anunciarse su salida.
Quién será el técnico en el primer semestre de 2019, en el que Boca definirá la Superliga y jugará la primera ronda de la Copa Libertadores, es todavía una incógnita, más allá de la serie de candidatos que van desde Martín Palermo y Rolando Schiavi, hombres de la casa, a otros sin relación con el club, como Gabriel Heinze (Vélez) y Sebastián Beccacece (Defensa y Justicia). El plantel volverá a reunirse el 3 de enero en La Bombonera para iniciar la pretemporada. Es sabido que, en el medio, habrá una depuración, etapas que finalicen, y un nuevo mercado de pases que dependerá del futuro entrenador.