«Los campeones del mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular. Sigamos celebrando en paz y mostrándoles nuestro amor y admiración!», con esta frase, escrita en su cuenta de twitter, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, confirmó el modo en que cerró una jornada en que la pasión argentina desbordó las calles de la Ciudad de Buenos Aires con unas cinco millones de personas. Esto, según las autoridades, fue lo que impidió que la caravana que tenía pensado recorrer el centro porteño pudiera terminar su recorrido.
Los millones de hinchas que coparon las calles de Buenos Aires fueron saludados desde helicópteros por los jugadores, después de que a los futbolistas se les hiciera imposible avanzar por tierra hacia la zona del centro porteño donde los esperaba una enorme demostración de agradecimiento.
Los jugadores tuvieron que bajar del micro para abordar helicópteros en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal en el barrio porteño de Villa Lugano, después de un recorrido de más de cuatro horas desde la salida del predio que la AFA posee en Ezeiza.
Ante el hormiguero de gente que evitaba el avance del micro, sumado a un accidente en el que un hincha cayó cerca de los campeones del mundo desde un puente en la Autopista Riccheri, los futbolistas optaron por abordar los helicópteros.
Fue entonces que la selección hizo vuelos por sobre distintos puntos de la ciudad y se acercó a la zona del Obelisco y otras zonas céntricas, donde estaba agolpada la mayoría del público, antes de enfilar nuevamente hacia el predio de la AFA.
«El helicóptero guía de la Policía Federal Argentina H16 lleva a bordo al Capitán Lionel Messi, Lionel Scaloni y Rodrigo De Paul, quienes llevan la Copa del Mundo. Los mismos harán un sobrevuelo por el Obelisco, zona de Constitución, 9 de Julio, Av. De Mayo, Autopista 25 de Mayo para saludar al pueblo, donde finalmente regresarán al predio de la AFA», informó la fuerza de seguridad.
Los hinchas, muchos en éxtasis, saludaban hacia el cielo, cantaban y saltaban emocionados con la esperanza de ser vistos o escuchados desde las alturas por Lionel Messi y el resto de los jugadores. Unos cuatro millones de personas configuraron una gigantesca marea albiceleste y saludaron a la selección argentina campeona del mundo, en una imponente demostración de agradecimiento que será recodada por siempre.