El deporte norteamericano se ha puesto al frente de las protestas contra la violencia racial que domina el verano estadounidense. Cada vez son más los deportistas negros que hacen visibles su reclamo, en una movida que la prensa ya llama como el nuevo black power.
Uno de los pioneros fue Colin Kaepernick, mariscal de campo de los San Francisco 49ers, quien comenzó a arrodillarse cada vez que sonaba el himno nacional. No voy a levantarme y mostrar respeto por la bandera de un país que oprime a los negros, explicó. Quizá debería buscarse un país que funcione mejor para él, contestó el candidato a presidente Donald Trump. Barack Obama, en cambio, fue más comprensivo: Lo que hizo Kaepernick ha generado debate sobre temas que merecen atención.
La National Football League es la competición más importante para los yanquis: el año pasado, los 25 programas más vistos de la televisión fueron partidos de fútbol americano. Y los espectáculos suelen tener un tinte nacionalista, con desfile de veteranos de guerra, algo que no ocurre en otros deportes. Las ventas de la camiseta de los 49ers con la número 7 de Kaepernick se dispararon en los últimos meses. No sólo es merchandising: decenas de colegas se suman a su protesta cada fin de semana. La prensa norteamericana habla del efecto Kaeprnick: algunos se sientan durante el himno, otros lo escuchan arrodillados y algunos levantan el puño izquierdo, imitando el saludo del Black Power que inmortalizaron en los Juegos Olímpicos de México 1968 John Carlos y Tommie Smith.
Pero la actividad de los deportistas no se termina en la pelota ovalada. «Tenemos que recuperar el mensaje de Jesse Owens, Muhammad Ali, Tommie Smith… Hay que parar esto. Hay que terminar con las injusticias y con la violencia racial», dijo LeBron James, campeón y MVP de la NBA en la última temporada. No es el único basquetbolista: otros como Dwayne Wade, Rajon Rondo y Russel Westbrook también expresaron su preocupación por la situación de violencia policial que sufre la comunidad negro. Debemos mostrar nuestra fuerza. De lo contrario, seguiremos despertándonos con historias de cómo nos disparan como si no importarse nada, expresó Wade. Rondo, en tanto, se preguntó: ¿Cómo a un hombre negro desarmado cuyo coche se averió y necesita ayuda, le disparan y es asesinado por la Policía. Mientras que el sospechoso de poner una bomba en Nueva York es detenido y está vivo? Supongo que ser negro es más peligroso que ser un terrorista. Incluso desarmado, con las manos levantadas y pidiendo ayuda es un crimen ser negro.
Tiempo atrás, otra de las figuras de la NBA, Carmelo Anthony, ya había hecho un pedido de toma de conciencia para sus colegas. Hago un llamamiento a todos mis compañeros atletas, tenemos que tomar nuestras responsabilidades y actuar, pidió Anthony. La campeona del mundo de fútbol Megan Rapione también tomó la posta y se arrodilló en un partido mientras sonaba el himno nacional. Como Kaepernick, también se sentía parte de una minoría oprimida: Como americana y gay, sé lo que es mirar la bandera y sentir que no defiende todos tus derechos.