Lionel Messi jugó cinco Mundiales. En el tercer partido del grupo de Sudáfrica 2010, ante Grecia, fue por primera vez el capitán argentino. El “testimonio” se lo pasó Diego Maradona, versión DT. Pero el liderazgo de la selección -incluso en Brasil 2014 y Rusia 2018, ya con la cinta en su brazo- recaía en la centralidad de Javier Mascherano. En Qatar 2022, el del título del mundo, Messi fue líder y capitán de un grupo que jugó para y por él. Goles y pases-gol. “Topo Gigio” y andá pa’ allá, bobo. En el fútbol hay líderes sin brazalete. El gesto de Jorge Almirón y su grito a Guillermo “Pol” Fernández (“¡Tenés la cinta!”) en el 2-2 de Boca con Rosario Central en el Gigante, para que le reclamase al árbitro una amarilla, expuso al futbolista en la cancha. Y en la TV, al entrenador. ¿Es más capitán el que “habla”? ¿Lo elige el DT o el grupo? Pol Fernández, capitán sin el lesionado Marcos Rojo, se paró de 5 en el superclásico 2022 del Monumental. Hizo jugar a Boca en el triunfo 1-0, el de la camiseta amarilla y el gol de Sebastián Villa. Pol como líder futbolístico silencioso. En siete días se jugará otro River-Boca.
El periodismo, a veces, banaliza los roles con encuestas falopa y frases hechas: “X es el capitán sin cinta”. Enzo Pérez es el primer ovacionado por los hinchas de River. En el 4-2 ante Sporting Cristal por la Copa Libertadores en el Monumental, Enzo festejó colgándosele por la espalda a Martín Demichelis, su entrenador. River había empezado abajo en el primer partido de local tras la derrota en el debut ante The Strongest en la altura de La Paz. Pérez –su nombre Enzo por Francescoli– es el capitán de River. El símbolo que hasta fue arquero. Y lidera, es su naturaleza. “Con 37 años -dijo Demichelis- se enoja cuando le digo que baje la intensidad en los entrenamientos”.
Rojo, el capitán de Boca, dijo que José Mourinho es un gran entrenador, pero “un loquito”. Lo tuvo en Manchester United. Mourinho es el único DT en ganar Champions League (Porto e Inter), Europa League (Porto y Manchester United) y Conference League (Roma, su actual club). En 2019, en el canal de YouTube Top Eleven, dio un alegato viral: “He tenido capitanes que no eran líderes. Para la gente, la conexión normal es: ‘Tiene la cinta, es el capitán, el líder’. Y no. Muchas veces el capitán no es el líder. Los líderes no se pueden comprar, no podés fabricarlos. Cuando los tenés, tu equipo está un paso adelante. Ahora, por desgracia, el fútbol es pura imagen, y la gente presta más atención a los que parecen que a los que son. Hay muchos jugadores que son líderes dentro del vestuario”.
Carlos Saggio es psicólogo deportivo. Trabajó en las selecciones argentinas de básquet. Autor del libro De la cabeza, y también basquetbolista en su juventud en Independiente de Neuquén y en la selección de su provincia, Saggio define al liderazgo como “la capacidad de influir en otros”, e identifica que hay líderes desde el juego (desequilibran), desde lo emocional (superan la adversidad) y desde lo grupal (unen a un equipo). “Los mejores líderes cubren más facetas -explica el psicólogo deportivo-. El liderazgo siempre se da desde abajo. Son tus compañeros los que te hacen líder. Liderazgo es diferente a autoridad. La autoridad te la puede dar un técnico que te asigna como capitán, pero no te transforma en líder. Para ser líder necesitás el reconocimiento de aquellos que están con vos. A veces podés encontrar, en una misma persona, al líder de un grupo y al capitán. Y otras veces, no: el entrenador designa a un capitán pero son sus compañeros los que no lo ven como a un líder”.
Diego Simeone, capitán de la selección argentina en Francia 98, entrenador de Atlético de Madrid, dijo: “El rol del capitán es un liderazgo que te lo da el grupo. Y, a partir de eso, una toma de decisiones, y posiblemente haya poca gente que esté de acuerdo. El papel del capitán no tiene que salir de la media. Uno a veces quiere ser líder por obligación, y uno es líder por naturaleza, siempre, y tiene que responder a lo que siente. Cuando querés ser líder por imposición, el grupo te rechaza”.
El periodista Sam Walker, editor de Deportes de The Wall Street Journal, se preguntó qué tienen en común los equipos más exitosos de la historia del deporte. “Un capitán”, se respondió, pero “no el que uno esperaría”. Walker analizó, en fútbol, a Carles Puyol (Barcelona 2008/13), Ferenc Puskás (Hungría 50-55), Hilderaldo Bellini (Brasil 58-62) y Carla Overbeck (Estados Unidos 96-99). Y a otros, en básquet (Bill Russell, Boston Celtics) y en rugby (Buck Shelford y Richie McCaw, All Blacks). Y detalló los siete rasgos de los capitanes en el deporte de alto rendimiento: 1) “Extrema tenacidad y capacidad de concentrarse en la competición”; 2) “Juego agresivo que pone al límite las normas; 3) “Disposición a realizar un trabajo ingrato en la sombra”; 4) “Estilo de comunicación discreto, práctico y democrático”; 5) “Capacidad de motivar al resto del equipo con apasionadas exhibiciones no verbales”; 6) “Fuertes convicciones y coraje para diferenciarse”; y 7) “Férreo control emocional”. “La fuerza oculta detrás de los equipos más legendarios de la historia -concluyó Walker- no es el entrenador, ni la estrella; no es el dinero ni la estrategia”. Su libro, de 2017, se titula Capitanes.