Gran Bretaña impuso sanciones al propietario del club de fútbol Chelsea, Roman Abramovich, e Igor Sechin, director ejecutivo del gigante petrolero ruso Rosneft, mediante el congelamiento de sus activos y la pohibición de viajar debido a sus vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Los dos multimillonarios más el empresario Oleg Deripaska y otros cuatro ciudadanos rusos son las figuras de más alto perfil que se agregarán a la lista de sanciones británicas desde la invasión rusa de Ucrania y luego de las críticas internas sobre la lentitud del gobierno de Boris Johnson para tomar medidas.
Estas sanciones complican los planes de Abramovich de vender el Chelsea, vigente campeón de Europa, aunque el gobierno dijo que el equipo aún podría seguir jugando.
“No puede haber refugios seguros para aquellos que han apoyado el feroz ataque de Putin contra Ucrania”, dijo Boris Johnson. «Las sanciones de hoy son el paso más reciente en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables en la persecución de quienes permiten el asesinato de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos», concluyó.
Sechin, a quien en Inglaterra se describe como la mano derecha de Putin, ya estaba en las listas de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea y la semana pasada las autoridades francesas incautaron su yate.
Asedio financiero
Los otros nombres que se agregaron a la lista de sancionados fueron Oleg Deripaska, que tiene participaciones en En+ Group; Dmitri Lebedev, presidente de Bank Rossiya; Alexei Miller, director ejecutivo de la compañía energética Gazprom; y Nikolai Tokarev, presidente de la empresa estatal rusa de oleoductos Transneft. En total, los siete individuos reportan un patrimonio neto colectivo de 15.000 millones de libras o 19.74 mil millones de USD.
La acción del jueves significa que Abramovich tiene prohibido realizar transacciones con personas y empresas británicas, y no puede ingresar ni permanecer en Gran Bretaña. Su portavoz declinó hacer comentarios de inmediato. La semana pasada, anunció que vendería Chelsea y donaría el dinero de la venta para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania.
La entrada en la lista de sanciones de Gran Bretaña describe a Abramovich como propietario de una fortuna de 9.000 millones de libras, a la vez que lo definen como «un prominente empresario ruso y un magnate pro-Kremlin», con «una relación cercana durante décadas» con el presidente ruso.
Según el gobierno británico, esta asociación con Putin le habría reportado a Abramovich beneficios financieros como exenciones fiscales, compra y venta de acciones desde y hacia el estado ruso a tasas favorables, así como contratos recibidos en el período previo a la Copa Mundial de la FIFA 2018.