Los 12 mil hinchas de cartón en la platea del Borussia Park de Mönchengladbach no fueron televisados en el regreso del fútbol alemán porque al Gladbach le tocó jugar de visitante, ante Eintracht Frankfurt. Pero igual alcanzó para que la noticia girara por todo el mundo. En Dinamarca fueron más audaces: para fines de mayo, cuando se reanude la Superliga danesa, Aarhus, tercero en la tabla de posiciones, prepara la primera tribuna virtual del mundo. La idea es distribuir 22 pantallas enormes por todo el Ceres Park para ofrecer localidades a los hinchas locales y también a los visitantes. El líder de la Superliga, Midtjylland, también hizo su apuesta: retomó el furor retro de los autocines y colocó pantallas gigantes en el estacionamiento del estadio, con capacidad para 2000 autos. “No queremos continuar en la búsqueda de nuestro tercer oro sin ti”, fue la consigna que largaron para que sus hinchas sostengan algo del ritual de cada fin de semana. Oviedo, en España, ya busca cómo copiar la iniciativa. En la Premier League, en tanto, Liverpool, Manchester City y Arsenal trabajan en la creación de una aplicación que integre a los hinchas en los estadios vacíos: los silbidos, cantos o aplausos que emitan serán transmitidos en vivo por altoparlantes para que les lleguen a los futbolistas.
En Argentina, aún sin fecha de regreso, aunque los dirigentes por lo bajo la estiman para septiembre y sin público, los clubes también trabajan en distintas maneras de acercar al hincha que ya lleva dos meses sin poder ver a su equipo ni siquiera por TV. Lo que comenzó con estrategias en redes sociales que incluían saludos, partidos históricos o invitaciones a interactuar a modo de pasatiempo, ahora ya forma parte de planes integrales que tienen que ver con contentar a los principales sostenes de las economías de la mayoría de los clubes del fútbol argentino: los socios, quienes mantienen el pago de cuota pese a que no puedan acercarse al estadio ni al club.
“En San Lorenzo entendemos que es un esfuerzo mantenerse al día. Por eso pensamos en reconocerlos con experiencias diferenciales a los que cumplen con su cuota. Lo pensamos como una manera de cumplirle el sueño a algunos hinchas y la recepción fue muy buena”, cuenta Julián Molina, gerente de socios de San Lorenzo. En Boedo organizaron sorteos que van desde las camisetas autografiadas a premios que se entregarán cuando vuelva el fútbol: viajar en el micro con los jugadores rumbo a un partido, participar de un entrenamiento del plantel profesional, jugar un partido en el Pedro Bidegain o tener un mano a mano con alguno de sus ídolos. Además, glorias del club graban audios con saludos de cumpleaños o recomendaciones de cuidado para los socios mayores de 65 años. Con eso, lograron que el 85% de los socios tenga su cuota al día, con menos de 300 bajas si se cuentan los 70 nuevos socios que sumaron aún sin competencia.
En Racing también se adaptaron al modo cuarentena, para intentar contentar al socio que no puede seguir ni ver a su equipo. Al sorteo de productos oficiales y de torneos FIFA 20 online, con premios relacionados a los eSports, le sumaron la posibilidad de que grupos de socios participen de entrevistas por Zoom con los jugadores del plantel (ya pasaron Darío Cvitanich, Marcelo Díaz y Gabriel Arias, entre otros). “Más allá de la búsqueda de entretener, en Racing arrancamos con un plan integran en el que nos enfocamos en ofrecerles a los socios distintos beneficios que puedan disfrutar y aprovechar sin moverse de sus casas, desde educación a distancia (CUI, Cruyff Institute) a descuentos en apps de envíos a domicilio (UberEats y PedidosYa). También descuentos en telefonía móvil (Personal), además de que liberamos a los socios nuestra OTT Racing Play gratis por 30 días con todo el contenido premium”, explica Pablo Ruiz, encargado de marketing de la Academia, que sumó más de cien socios nuevos gracias a esta campaña en plena pandemia.
Para la mayoría de los clubes, el ingreso de los socios representan más de la mitad del total anual. Por eso no sólo se trata de una cuestión folclórica o de identidad. River está muy lejos de ser sólo un club de fútbol: su estructura de más de 65 disciplinas, escuela, profesorados y terciarios implica más de 1200 empleados. Muchas de las clases se mantienen de manera online, al igual que el consultorio médico que está disponible de manera virtual para los socios. Además, las glorias históricas hacen llamados a los socios de más de 60 años para acompañarlos en esta cuarentena. Y también están los sorteos: a los clásicos premios de entradas, camisetas y productos oficiales le sumaron la posibilidad de presenciar una práctica, una conferencia de prensa o charlas mano a mano con algún ídolo. Así, lograron que la recaudación de abril en cuanto a socios se mantenga casi igual a la de marzo.
Mientras los hinchas argentinos se adaptan a este período sin competencia, aparece la pregunta con el espejo puesto en lo que sucede en Europa: qué pasará cuando el fútbol vuelva a jugarse sin público en el país. El 5 de mayo pasado, cuando Colón cumplió los 115 años, más de un centenar de hinchas salieron a las calles de Santa Fe para festejar con un banderazo y pirotecnia pese a que el aislamiento social y obligatorio todavía regía en su fase más estricta. Acaso haya sido un adelanto.