Los futbolistas reclaman salario mínimo, mejoras en las condiciones de contratación y personería jurídica del sindicato. Es la primera huelga de trabajadores durante el gobierno de Juan Domingo Perón. El torneo de 1948 termina con equipos de juveniles y anulación de descensos. A pesar de la creación de Futbolistas Argentinos Agremiados, el tope salarial -1500 pesos- provoca el éxodo. Adolfo Pedernera, Alfredo Di Stéfano, Néstor “Pipo” Rossi y René Pontoni, entre otras figuras, recalan en el fútbol colombiano, una liga “pirata” para la FIFA, ya que podían jugar sin el pase. En 1949 había 109 extranjeros en Colombia: 57 eran argentinos. Siete décadas más tarde, hay 29 jugadores colombianos en el fútbol argentino, en 15 de los 26 equipos de la Superliga. El éxodo colombiano en el siglo XXI se desovilla por la huelga del 48, aunque primen ahora las experiencias exitosas recientes y el factor económico favorable.
Boca vendió a Wilmar Barrios al Zenit ruso y no renovó el préstamo de Edwin Cardona, pero incorporó a Jorman Campuzano, que se suma a Frank Fabra y Sebastián Villa. River retuvo a Juan Fernando Quintero y Rafael Santos Borré, y trajo a Jorge Carrascal, el “Neymar colombiano”. Si Boca y River confían en los futbolistas colombianos es porque en el pasado les dieron sus frutos. De la columna vertebral Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez y Mauricio Serna a los goleadores Juan Pablo Ángel, Radamel Falcao García y Teófilo Gutiérrez. No son los únicos clubes. Cuando era entrenador de Huracán, Gustavo Alfaro puso el ojo en Andrés Roa. Desde 2006, Alfaro comenta partidos en Caracol Televisión. Conoce los jugadores al detalle, tiene buenas referencias.
De los 18 que llegaron en esta ventana del mercado de pases, cuatro fueron a San Lorenzo (Raúl Loaiza, Andrés Rentería, Gustavo Torres y Juan Camilo Salazar) y tres a Colón (Andrés Cadavid, Guillermo Celis y Wilson Morelo, goleador de la última Copa Libertadores, con nueve goles en Independiente Santa Fe). Como Alfaro, los entrenadores los conocían de cerca: Jorge Almirón y Julio Comesaña, antes de San Lorenzo y Colón, dirigieron a Atlético Nacional de Medellín y Junior de Barranquilla, respectivamente.
De los 29 colombianos en el fútbol argentino, 16 son delanteros. “El fútbol argentino es de más marketing, más reconocido, con equipos de historia -dice Morelo-. La carrera de un futbolista se potencia, por eso siempre quise ir a Argentina. Quiero marcar muchos goles. Es una linda oportunidad, quiero que en el fútbol argentino puedan hablar mucho de Wilson Morelo”. Marcelo Gallardo, amparado en las performances de Quintero y Borré, mandó a buscar a Luis Fernando Díaz, extremo de Junior. Pero el club rechazó sistemáticamente las ofertas. Entonces, el que llegó a préstamo fue Jorge Carrascal, que tiene 20 años y su pase pertenece a Sevilla de España.
“Los motivos del éxodo tienen un poco que ver con los precios de mercado. Colombia ha sido un mercado accesible y barato para Argentina -explica el periodista Nicolás Samper, especialista en fútbol, uno de los autores del libro Bestiario del balón-. Pero si uno revisa la lista, salvo Fabra, Quintero y Borré, es muy diferente a cómo Argentina fichaba desde Colombia en otro tiempo. Uno veía que a San Lorenzo llegaba Iván Ramiro Córdoba. Argentina fichaba a grandísimas figuras, tipos de la selección. Hoy hay jugadores con proyección, como Campuzano, y otros que, si bien son buenos, no formaban parte de la élite del fútbol colombiano”.
En esta apertura del libro de pases, aterrizaron Carrascal (River), Campuzano (Boca), Torres y Salazar (San Lorenzo), Mateo Casierra (Racing), Edwar López (Estudiantes) y Jarlan Barrera y Duván Vergara (Rosario Central), todos Sub 23. Argentina también es un país de tránsito hacia Europa y, desde un tiempo a esta parte, un lugar de segundas oportunidades. Borré llegó a River después de jugar en Villarreal. Ahora Casierra se suma a Racing después de pasar por Ajax y Groningen de Holanda. Otros regresan al fútbol argentino, como Reinaldo Lenis (Banfield) y Mauricio Cuero (Belgrano).
La identidad del fútbol colombiano, en cierta medida, está construida por los entrenadores argentinos. José Pekerman, que llevó a la selección a los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018, potenció a Colombia. Los futbolistas argentinos que llegaron en la década del 50 contaron que los colombianos eran un tanto dispersos en cuestiones tácticas. “Revolucioné el fútbol colombiano porque acabé con la siesta”, simplificó el entrenador Osvaldo Zubeldía, campeón con Atlético Nacional en 1976 y 1981. Los colombianos, años más tarde, llegan a Argentina y rinden, lo que puede producir, algún día, que los clubes empiecen a vender más caro. “Si River buscaba hace tres años a Luis Fernando Díaz, no había pruebas de que rindiera y no iban a pedir mucho dinero -dice un ojeador de futbolistas de un club de los grandes del fútbol argentino-. Ahora, no. Junior tiene miles de ejemplos y no lo vende. En un futuro, vamos a empezar a traer jugadores venezolanos”. Racing se adelantó: a última hora, sumó al arquero Carlos Olses, de la Sub 20 de Venezuela.